El incendio en la isla de La Palma, en Canarias, ha sumido en la desolación a decenas de vecinos que se vieron de repente asaltados por las llamas.
“Fue en plan de huida. Dejé todo por detrás”, cuenta uno de los afectados, explicando que no hubo tiempo para nada.
El fuego complicó la situación en zonas urbanas de El Paso y Los Llanos de Aridane, provocando el desalojo de 120 personas.
No fue hasta que el viento dio una tregua cuando los bomberos pudieron retener las llamas y conseguir que el incendio no avanzara.
Ahora mismo, el fuego ya ha sido perimetrado y controlado, pero a su paso ha dejado decenas de viviendas afectadas, vehículos arrasados, y un escenario dramático para los vecinos de la zona.
Arasat, uno de los afectados, ha contado a Informativos Telecinco que sus 30 perros de caza murieron quemados. No hubo tiempo para abrir las puertas.
“Pedía por favor que vinieran aquí abajo a casa a abrirle la puerta de los corrales a los perros para que escaparan y salieran, pero ni caso. Los perros murieron todos quemados”, lamenta.
Mientras, otros vecinos dan cuenta de los daños materiales: “Había mucho dinero ahí guardado y se quemó todo también”, cuenta un hombre, explicando que además de algunos vehículos se han quemado casetas donde guardaban material.
Tras una larga noche, fueron 270 efectivos los que consiguieron ganar la batalla a un fuego pequeño pero peligroso, porque rondó muy cerca de las casas:
“El fuego está cerca del campo de fútbol”, decía una afectada ante las cámaras de Informativos Telecinco.
Tras las decenas de focos activos avivados por el fuego, los 120 desalojados han podido volver, mientras se calcula que han sido unas 300 las hectáreas quemadas; muchas de ellas entre casas.
La ola de calor y el viento complicaron un incendio que todavía se vigila desde cerca.