Los consejos para ahorrar y las armas del consumidor para hacer frente a las eternas rebajas

  • Los comercios pueden establecer su propio periodo de rebajas

  • La mayoría de las quejas refieren a productos defectuosos

  • Ante la duda, lo mejor es poner una reclamación

Como cada verano, los mortales acuden a los centros comerciales para algo más que disfrutar del aire acondicionado y los restaurantes. A falta de vacaciones, buenas son las rebajas estivales para quienes desean renovar el armario o adquirir lo último en tecnología. Por su parte, los comerciantes respiran con cierta cautela este año, tal y como aseguran desde la Confederación Española de Comercio (CEC), porque el incremento en los beneficios “no superará, en cualquier caso, el 3 por ciento interanual”.

Pese a que el objetivo es remontar la irregular campaña de primavera-verano, que ha estado marcada por las bajas temperaturas, las previsiones son moderadas de cara a los próximos meses. La principal causa de esta agorera situación para los vendedores es la regulación en cuanto a las rebajas. Antes de 2012 solo existían dos periodos tradicionales: a principios de enero y en julio, de acuerdo a la Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista. Sin embargo, todo cambió desde 2012 con un giro liberalista con el Artículo 25 de la citada ley.

A partir de entonces, “las ventas podrán tener lugar en los periodos estacionales de mayor interés comercial según el criterio de cada comerciante”, tal y como recoge el texto. De la misma manera, “la duración de cada periodo de rebajas será decidida libremente por cada comerciante”. Aunque muchas marcas siguen realizando por tradición estas rebajas, organizan las suyas en el periodo del año que más les convenga.

Pero no en todos los territorios es igual, ya que las normativas de Cataluña y Galicia, más proteccionistas y defensoras de las PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas), marcan unos límites. En la primera comunidad autónoma los periodos de rebajas van del 7 de enero al 6 de marzo (invierno) y del 1 de julio al 31 de agosto (verano). Por su parte, en la segunda van del 7 de enero al 7 de abril (invierno-primavera) y del 1 de julio al 30 de septiembre (verano). Además, la duración es de un mínimo de una semana y un máximo de dos meses.

De esta forma, como expresan desde CEC, “los pequeños y medianos comerciantes se ven empujados a competir como pueden, pero en una clara desigualdad”, porque las grandes superficies pueden permitirse poner descuentos mucho más agresivos debido a su margen de ventas. Como respuesta indican que las PYMES “deben centrarse en ofrecer productos de calidad y un servicio y atención personalizada para lograr una experiencia única en el cliente”.

Las principales compras y sus quejas

En cuanto a preferencias, los consumidores siguen decantándose, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por los productos del sector textil, pese a que gozan de una amplia gama de ofertas en otros como el tecnológico o el editorial. “Los clientes suelen adquirir productos que les sean útiles para sus vacaciones de verano: bañadores, toallas…”, matizan.

Entre las quejas más usuales de los usuarios, como expone OCU, está la no devolución del dinero y que el bien pagado no esté en perfectas condiciones. Asimismo, en cuanto a las operaciones por Internet, las reclamaciones refieren al “envío tardío, malas condiciones del producto o que, directamente, no llegue a consecuencia de un fraude”.

En lo referente a las malas prácticas por parte de las empresas, advierten que muchas lanzan publicidad engañosa que “distorsiona el comportamiento del comprador”. Siguiendo la misma línea recuerdan que este tipo de procedimientos acarrean sanciones de entre los 3.005,06 hasta los 601.012,10 euros.

A esta mala praxis se suman los casos en los que las entidades suben el precio deliberadamente de los artículos para, cuando llegan las rebajas, dejarlos con el mismo coste inicial. “Indican que el producto tiene un porcentaje de descuento concreto y realmente es menor porque lo han subido anteriormente”, critican desde Facua.

Cómo poner una reclamación

En caso de que el cliente note en algún momento estar en desacuerdo con las políticas de la empresa o estar siendo estafado, Facua aconseja exigir una hoja de reclamaciones. A partir de este momento, el usuario deberá rellenarla en el mismo establecimiento, donde dejará una de las tres copias que incluye. Otra de las mismas será para el propio consumidor y la restante habrá de llevarla al ayuntamiento o al organismo autonómico de consumo correspondiente. “De forma paralela, es recomendable presentar una denuncia ante los servicios autonómicos de consumo contra la empresa infractora”, remarcan.

Recomendaciones para no caer quiebra y engaños

Como cada año, para evitar posibles estafas y fraudes, así como cuidar el bolsillo sin caer en deudas y préstamos de terceros inasumibles, desde OCU señalan varios consejos a los consumidores:

  1. Planificar y evitar compras compulsivas. Aunque estas son unas fechas en las que el usuario se deja llevar por los impulsos, debe tener en cuenta su poder adquisitivo y lo que de verdad hace falta. Elaborar una lista es una buena manera de evitar problemas, así como conocer de antemano el precio antiguo del artículo que interesa.
  2. Conocer los derechos del cliente. Es importante saber que, según la Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista, el precio antiguo del artículo debe ser el menor del último mes; los productos deben haber formado parte de la oferta del establecimiento durante, al menos, un mes y que su calidad no puede variar a la que tenía antes de estar rebajados.
  3. Cambia el precio, no las garantías. El artículo tiene que mantener su precio original junto al actual y rebajado o indicar de forma clara cuál es el porcentaje a descontar. De la misma manera, pese a la reducción del coste, las garantías postventa han de ser las mismas que durante el resto del año.
  4. Fijarse en la letra pequeña. Durante las rebajas de verano es habitual que los comercios establezcan unas condiciones especiales en lo referente a devoluciones, pago con tarjeta, vales... Aunque la normativa permite estos cambios, deben estar correctamente indicados en un lugar visible. Además, es importante que el consumidor los revise antes de realizar la compra.
  5. Guardar el tique. Tras la adquisición de cualquier tipo de artículo es necesaria la conservación de la factura o tique, ya que es indispensable para reclamar, devolver o cambiar un objeto o servicio.

Cuánto duran las rebajas en cada comunidades y ciudades autónomas

Andalucía: desde 1 de julio al 31 de agosto.

Aragón: desde 1 de julio al 1 de septiembre

Asturias: desde 1 de julio al 31 de agosto

Baleares: desde 1 de julio al 31 de agosto

Canarias: desde 1 de julio al 31 de agosto

Cantabria: desde 1 de julio al 30 de septiembre

Castilla - La Mancha: desde 1 de julio al 30 de septiembre

Castilla y León: desde 1 de julio al 31 de agosto

Cataluña: desde 1 de julio al 31 de agosto

Comunidad Valenciana: desde 29 de junio al 5 de septiembre

Extremadura: desde 1 de julio al 31 de agosto

Galicia: desde 1 de julio al 30 de septiembre

La Rioja: desde 1 de julio al 31 de agosto

Madrid: desde 21 de junio al 21 de septiembre

Murcia: desde 1 de julio al 31 de agosto

Navarra: desde 1 de julio al 31 de agosto

País Vasco: desde 1 de julio al 30 de septiembre

Ceuta: Sin estipular

Melilla: desde 1 de julio al 31 de agosto