Sin mascarilla, sin distancia de seguridad, ni responsabilidad. Las imágenes que acompañan estas líneas son las de cientos de jóvenes convocados por las redes sociales en una fiesta ilegal en Navarra. Como si en los últimos tres meses no hubiera pasado nada, se divierten ajenos al coronavirus.

Finalmente, los agentes consiguieron desalojarlos. En declaraciones a Informativos Telecinco, comentan que “se habló mucho con ellos” y que se les pidió que pensaran en sus familiares “cuando mañana les den un beso”.

En Barcelona también ha tenido que actuar la Policía ante la falta de responsabilidad de clientes y propietarios. En una zona de terrazas nos aseguran que no ponen distancia entre las mesas y que no se están cumpliendo mucho las normas de seguridad. Y cuando se les pregunta por la ausencia de mascarillas, hay chavales que hasta se lo toman a broma.

En un chiringuito de Chiclana encontramos una situación parecida. Los agentes tuvieron que acudir por la evidente falta de medidas sociales. En Málaga, con los bares cerrados, la fiesta continúa sin respetar las normas de la nueva normalidad. Y en Cádiz, la playa de Santa María acaba abarrotada, algo que se ha solventado cerrando la playa y asignando turnos.

Por situaciones lamentables como estas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha dirigido este domingo especialmente a los jóvenes, a quienes ha suplicado que sean prudentes y sigan las normas de higiene y prevención para impedir nuevos brotes de coronavirus. "Se lo suplico, háganlo por sus padres, por sus abuelos, por ustedes mismos, pero también por los todos los demás", les ha rogado Sánchez durante la rueda de prensa posterior a una videoconferencia con los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas.

El jefe del Ejecutivo ha incidido en la responsabilidad individual para evitar una segunda ola de la pandemia y ha llamado la atención sobre que la mayoría de los nuevos brotes se han debido a imprudencias. Ha recalcado que cada persona puede ser una barrera contra el virus, pero también una agente propagador de la infección y, por eso, ha pedido que se extremen las medidas de higiene y de distanciamiento físico y se usen mascarillas cuando sea posible. "Sé que es difícil, pero no más que seguir las reglas de aseo y urbanidad que todos hemos incorporado a nuestra vida cotidiana", ha afirmado.

Ha reconocido que ese esfuerzo es "aún mayor" entre los más jóvenes, que pueden tener la sensación de impunidad porque la enfermedad ataca más duramente a las personas mayores, pero les ha advertido: "Ustedes tampoco están a salvo". Y les ha insistido en que "si se mantienen lejos de la infección están protegiendo a los mayores".