La madre del descuartizador de Marta Calvo, investigada por ayudarle
La investigación de muertes relacionadas con el detenido se ha ampliado a Madrid, Cataluña e Italia
Lo ha dicho el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio. “No solo la madre del detenido sino posiblemente alguna persona más colaboró con Jorge Palma”. La frase es contundente sobre la colaboración de la madre después de la muerte de Marta Calvo.
Informativos Telecinco avanzó la declaración de ella que llamó la atención de los investigadores. Según su relato, llegó a Valencia desde Palma de Mallorca al día siguiente de la muerte de la joven, para pasar el cumpleaños con su hijo. No le contó nada, lo aseguran los dos, pero lo extraño es que Pilar contó que estuvo enferma todo el fin de semana sin salir de la vivienda de l`Ollería, y su hijo leía y la cuidaba. Además explicó que no había pisado la escena del crimen, a pesar de que ambos fueron a Manuel a verse con el casero para pagarle. Un vecino aseguró a Informativos Telecinco que la madre le dijo que había estado limpiando durante el fin de semana. Y el casero la llamó tras la segunda visita de la madre de Marta y le dijo que advirtiera a su hijo de que lo buscaban, o fueran a la Guardia Civil. No lo hicieron.
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En el atestado de la Guardia Civil, los investigadores apuntan que al volverse a Palma, Pilar se llevó la tablet de Jorge, el rúter, y ropa que lavó cuidadosamente. No pudo devolver todo a la Guardia Civil hasta 13 días después de pedírselo y con el consiguiente “mosqueo” de los investigadores. La defensa de Jorge asegura que ella se llevó la ropa que su hijo ya no se ponía y la tablet porque no se usaba. Ella quería aprender a utilizarla. En cualquier caso es la madre y aunque fuera acusada de encubrimiento, nunca sería condenada por ello. Desde que se hizo público el caso, Pilar ha ocultado sus fotografías en sus perfiles de redes sociales.
La Guardia Civil ha comprobado todos los movimientos de Jorge Palma de su teléfono móvil. Según su testimonio tras una noche de “fiesta blanca” y alcohol, vio a Marta muerta a las 17 Horas de la tarde del 7 noviembre, en la casa de Manuel. Reaccionó rápido, condujo 8 kilómetros para tirar la ropa, el bolso y el teléfono de la joven a un contenedor. Volvió a conducir a tres pueblos distintos, para comprar bolsas y guantes en un supermercado, ácido en un centro comercial y los serruchos en una ferretería de l´Olleria. Todo pensado porque se quitó la ropa y tardó hora media en descuartizarlo.
Metió los restos en 9 bolsas y al día siguiente los dispersó por contenedores de varios pueblos. En un radio de 13 kilómetros. Tres bolsas en uno y otras tres en otro. Tres bolsas más en distinto pueblo. Los serruchos los llevó más lejos a 50 kilómetros. Después regresó a la vivienda a limpiar y tiró los utensilios. Esa tarde llegó su madre. No quedó un cabo suelto. La primera inspección en la vivienda sorprendió la limpieza total de la casa. No encontraron los rastros que buscaban. Tampoco iban buscando un cuerpo descuartizado. La segunda esta semana fue definitiva con los perros, que marcaron el rastro de la sangre de Marta. Y al desmontar la ducha, en un codo de la tubería, tres restos con tejido que se están analizando con prioridad en el laboratorio de Madrid. Todo coincide con su declaración en cuanto a cómo se deshizo del cuerpo.
Ahora falta determinar la muerte de Marta, cómo se produjo. El testimonio de la mujer que estuvo con Palma esa tarde es fundamental. Porque le conocía bien y ese día salió corriendo porque le dio miedo de lo violento y agresivo que estaba. Se investigan cinco casos, dos más fallecidas aparentemente por sobredosis. Y la investigación se centra en Madrid, Cataluña e Italia donde ha estado Jorge Palma. Tiene ya casos concretos que se están mirando para reabrir las investigaciones. Todo para demostrar un modus operandi, repetitivo, y mortal.