Cerca de 100 personas han pasado su tercera noche desalojados tras el enorme incendio que destrozó sus casas en Marín, en Pontevedra. Todo ocurrió de madrugada. El fuego se propagó con tanta rapidez que los bomberos tuvieron que pedir refuerzos a localidades cercanas.
Los vecinos todavía se recuperan del susto. El domingo de madrugada les sorprendió un incendio que horas después acabaría con el edificio devastado.
"A la 1 y media nos llamaron que bajáramos todos que había un incendio". "Me dijo mamá mamá hay fuego, entonces me puse la bata y bajamos", aseguran varios de los testigos.
El fuego se originó en el cuarto de luces y se extendió hasta la cubierta. Cinco hogares han quedado inhabitables.
No hubo heridos. Todos los vecinos pudieron salir a tiempo de sus casas. 13 personas fueron alojadas en un hotel, y el resto se quedaron en casa de sus familiares.