Un fondo buitre echa a todos los inquilinos de este edificio dedicado en su totalidad al alquiler en Valencia. “Es un auténtico desahucio legal, amparados por la ley que es tremendamente injusta”, afirman los vecinos, que según les vencen el contrato de alquiler reciben un burofax para que abandonen sus casas en un plazo de un mes.
El tiempo juega en su contra: “Me quedan dos días para desalojar todo esto. El jueves ya viene el camión de la mudanza y nos tenemos que marchar”, explican las 67 familias que se encuentran en esta situación. La antigua empresa propietaria ha vendido el edificio íntegro a un fondo buitre, por este hecho, los inquilinos deben abandonar sus hogares, donde habían pasado buena parte de su vida y donde tienen “muchos recuerdos”.
Aunque los vecinos han intentado negociar para poder quedarse, aunque eso supusiera un incremento en su alquiler, deberán abandonar sus casas. Los nuevos propietarios aseguran que el edificio no se va a dedicar al alquiler turístico.