Los bomberos de la Diputación de Alicante han desalojado a ocho familias de sus casas. En la vivienda de una hilera de chalets en Monóvar (Alicante), que hacía esquina, podían observarse numerosas grietas y rajas en las paredes. Cuando una parte de la fachada cedió los efectivos de emergencias se pusieron alerta y dieron la orden de desalojo a todos los vecinos.
Esta decisión que tomaron los bomberos no pudo ser más acertada ya que pocas horas después de esto se produjo la caída.
Sucedió en la localidad alicantina de Monóvar el pasado sábado. Los vecinos que fueron desalojados entonces siguen sin poder entrar a sus viviendas debido al riesgo de que continúen los derrumbes.
La caída del primer chalet ha dañado los pilares de las otras cinco casas colindantes. El riesgo es extremo y la única solución es derruir por completo los bungalós. “De ayer a hoy la primera casa se ha hundido unos 40cm” “se escuchan las paredes crujir por dentro, se rompen las ventanas, estamos a la espera de verlo caer” son algunas de las declaraciones de los afectados.
En tres de las viviendas no hay ni tan siquiera la posibilidad de que los vecinos puedan recoger sus pertenencias “no tenemos casa ni recuerdos” comentaba uno de los propietarios.
El ayuntamiento estudia adelantar los costes de la demolición tras la decisión de echar abajo las casas por seguridad.