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Tremendo susto el que se llevó el encargado de un bar en Tarrasa, Barcelona, cuando se le cayó encima el techo del local. Los propietarios de la parte de arriba del edificio vieron la salvación a las altas temperaturas en una piscina hinchable, y decidieron construirla en la terraza sin pararse a pensar en lo peligroso de su acción.
Los hechos ocurrieron la mañana de este sábado, cuando a las 07:00 horas el techo del Bar Trébol se venía abajo. El responsable del bar fue a abrir el local, como de costumbre, cuando escuchó el crujir de las bigas y se asomó para ver qué sucedía. En ese momento, se le cayó todo encima.
La estructura venció por el peso de la piscina hinchable que los vecinos habían puesto en la terraza. Afortunadamente, la víctima solo sufre daños leves. Podría haber sido una tragedia si en el bar hubiera habido clientes.
Desde el derrumbe, el hombre afectado no recuerda nada, ni siquiera como salió del local, pero afortunadamente solo sufrió daños leves en una pierna, aunque todavía sufre mucha ansiedad. Como él mismo asegura, si llega a ocurrir solo unas horas más tarde podría haberse convertido en una auténtica tragedia, ya que la piscina cayó justo en la zona del billar, donde muchos mayores y niños pasan las horas de los sábados.
Domicilio y bar permanecen cerrados hasta que las autoridades comprueben su estado estructural.
Noticias como esta vuelven a advertir de los peligros de las piscinas hinchables en las terrazas, que no están preparadas para ello. Un caso similar se vivió hace solo unas semanas en Elda, Alicante.
Una piscina hinchable sobre el techo de una terraza provocó otro derrumbe en una vivienda de Elda, en un suceso en el que tuvo que ser atendido un menor de 17 años, herido leve en una pierna, mientras que un hombre de 37 fue asistido de una crisis de ansiedad, según infromaron fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos y del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU).
El siniestro se registró sobre las 6.30 horas de en una vivienda situada en la calle San Jaime de la localidad alicantina. Según fuentes del Consorcio, en la piscina portátil, de tres metros cuadrados, acumulaba 8.000 litros de agua.
El techo de la terraza sobre el que estaba la piscina y una pared se derrumbaron provocando daños materiales. Los dos heridos fueron atendidos por el equipo médico de un SAMU que se desplazaron al lugar y fueron dados de alta in situ.
Colocar piscinas hinchables en las terrazas puede llegar a ser muy peligroso. Estos lugares no están construidos para soportar el peso de un gran volumen de líquido, que puede desestabilizar la estructura y provocar un derrumbe, como en estos dos casos recientes.
Por ello, en la mayoría de terrazas se permite una altura del agua de entre 10 y 20 centímetros como máximo, sin tener en cuenta el peso de los adultos. Esto sería, como mucho, una pequeña piscina para niños.
Lo ideal en cualquier caso es consultar primero al gestor de la propiedad para conocer la viabilidad de su instalación en base a los criterios técnicos y de las normas urbanas necesarias.