Los animalistas denuncian irregularidades en la muerte de cinco toros durante las fiestas de Vall d'Uixó, en Castellón. Acusan de sacrificar a los animales en los cajones en los que son encerrados y no en el matadero, tal y como dice la ley.
Puntilla en mano, matan al animal ante la atenta mirada de mayores y menores “por qué lo matan” y los vecino no se esconden “toda la vida se ha hecho y se lo ha matado con el cajón en la calle”. Las ilegalidades van mucho más allá, los mozos le tiran botellas a la cabeza, le dan patadas desde la ratonera y entre aplausos una camiseta está a punto de arder sobre la cara del animal. El toro se rinde y lo arrastran a la fuerza al cajón con los cuernos aún prendidos, un práctica totalmente prohibida.
Algunos ven esto divertido y emocionante, pero supone una infracción muy grave y varias asociaciones animalistas ya preparan una denuncia para que se respete la ley en las plazas. “En el reglamento de Bous al carrer entre sus pilares básicos está la seguridad de las personas y de los animales. Y ahí se ve que no está respetando al animal”.