El deterioro cognitivo leve es una situación que intenta agrupar a estados intermedios que hay entre una cognición normal y una situación de demencia de inicio. La diferencia entre ambas es que en las primeras situaciones no hay una interferencia con las capacidades para realizar actividades de la vida diaria desde el punto de vista intelectual.
En la demencia, el déficit intelectual sí compromete la autonomía del paciente. Esta es un proceso muy frecuente en las personas mayores que no debe imputarse al envejecimiento, sino que habla de la fragilidad del cerebro, según ha explicado el presidente de la SEGG.
"En el momento en el que la persona no es capaz de manejar las finanzas, de tomarse solo la medicación y tiene dificultad para utilizar el transporte público o interpretar un documento, habrá que tomar medidas", ha indicado el doctor López.
Además de abordar esta temática, el foro presentará el estudio RADAR sobre la atención al dolor en el paciente con artrosis, el asma, la cronicidad y su continuidad terapéutica. Asimismo, se han dedicado dos talleres al manejo del paciente pluripatológico y a la desprescripción y las nuevas opciones terapéuticas, como la polipíldora.