Con las navidades a la vuelta de la esquina, son muchas familias las que quieren reunirse sin poner en juego la salud de sus seres queridos. Lo que ha hecho que la demanda de test de autodiagnóstico se haya disparado.
Son ya varios laboratorios los que han empezado a comercializar una PCR en saliva a domicilio, en torno a 115 euros. El usuario recibe un kit sin salir de casa.
Lo primero leer las instrucciones al pie de la letra para garantizar que la prueba es válida. Tampoco se puede beber, comer ni fumar 30 minutos antes de tomar la muestra. Con esas premisas: se deposita en un embudo la saliva, se cierra y se guarda, a su vez, en otro tubo, que se mete en la caja y se envía de nuevo al laboratorio. Después de 24 horas, tendremos el resultado con un 98,8% de efectividad.
Pero este tipo de test no son los únicos que se comercializan. Desde el sábado, las farmacias de toda España han empezado a recibir los primeros test rápidos que van a estar a disposición de todos los usuarios.
Podremos comprarlos a lo largo del mes de diciembre, con receta médica y pagando unos 25 euros. En este caso se extrae una muestra de sangre con un pequeño pinchazo en la yema del dedo, se añade un reactivo a la muestra y se obtienen resultados en 10 minutos. Tiene un 90% de fiabilidad. Y, para garantizar que está bien hecho: la línea roja en la C, señal de que el test se ha realizado correctamente.
La prueba detecta la presencia de anticuerpos IgM, si estamos en los primeros días de la infección o los IgG, si ya hemos pasado la enfermedad.
Sea cual sea el resultado deberá ser interpretado siempre por un médico y, de ser positivo, tendremos que realizarnos una PCR para confirmar si tenemos o no coronavirus.