El propietario del pozo en el que cayó Julen: "Nunca me lo voy a perdonar nunca"
Hay un agujero de dolor que sigue abierto en Totalán: "Jamás en la vida pensé que ahí cabía un niño. Eso no me lo voy a perdonar nunca". Son las palabras de David Serrano. El propietario de la finca donde estaba el pozo por el que cayó Julen ha hablado por primera vez durante una rueda de prensa. Para él cada día vuelve a ser trece de enero. No se quita de la cabeza aquel domingo cuando el niño de dos años estaba jugando: "Escucho voces aterradoras, me acerqué hacia donde todos se dirigían... El niño se había escurrido entre dos bloques y había desaparecido". Comenzó entonces una agonía que, dice, intentó evitar colocando dos bloques de hormigón en el pozo. Temía que alguien pudiera meter el pie en el agujero pero ni en el peor de lo sueños pensó que Julen podía acabar en el fondo. Desde ese día asegura que nada ha vuelto a ser igual. Han sido unos pocos minutos de relato afectado y pausado por las lágrimas de quien siente que la culpa lo persigue.