La organización Proyecto Hombre ha alertado del incremento de ciertas adicciones en España a causa del confinamiento. Estar más tiempo delante de las pantallas del ordenador o el móvil ha generado dependencia de las apuestas online o los videojuegos, sobre todo en personas jóvenes. Aunque ha descendido el consumo de drogas ilegales, en cambio ha aumentado el de bebidas alcohólicas. De hecho, durante el estado de alarma se ha incrementado en casi un 100%. Mari Paz de la Puente y María Luisa Poladura, que trabajan en Proyecto Hombre Valladolid, dan fe de ello y advierten de que la situación es especialmente complicada para quienes están en proceso de rehabilitación.
Las medidas de los gobiernos de todo el mundo para frenar la pandemia, basadas en el confinamiento de la población, han llevado a la interrupción generalizada de las rutas de tráfico de drogas ilegales, principalmente por aire y tierra, lo que ha provocado una reducción de su consumo entre la población y, por otro lado, el aumento de los precios, según destaca un nuevo informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
El organismo considera que, a corto plazo, la crisis del coronavirus puede conducir a una disminución general en el consumo de drogas, aunque específica que los problemas para los grupos que ya viven al margen de la sociedad permanecen y sus condiciones de vida pueden deteriorarse sustancialmente durante el tiempo que dure la pandemia.
A largo plazo, sin embargo, la recesión económica causada por la crisis del COVID-19 podría conducir a una transformación duradera de los patrones de consumo de drogas, siendo una oportunidad para poblaciones ya vulnerables y podría agravar uso nocivo de drogas entre la población.
"Los estudios sobre la crisis financiera mundial de 2008 han mostrado cambios en los patrones de consumo de drogas. Tendencias similares pueden materializarse a partir de la recesión económica relacionada con COVID-19", alerta el informe.
En este momento, señala la agencia ya se ha visto un aumento de precios para los consumidores en el mercado negro y una reducción en la pureza de las drogas.
Por otro lado, algunos usuarios de drogas han estado cambiando sustancias, por ejemplo, han pasado de consumir heroína a opioides sintéticos, y se observa que cada vez más tratan de acceder al tratamiento de fármacos. Así, se ha observado un aumento en los productos farmacéuticos, como las benzodiacepinas, que también ha duplicado sus precios en algunas áreas.
El análisis de UNODC proyecta una disminución general en el consumo de drogas recreativas, ya que su consumo está relacionado sobre todo con lugares públicos y eventos como clubes nocturnos,
bares y conciertos que están actualmente cerrados; es el caso del 'éxtasis' cuyo consumo ha quedado muy limitado.
En la mayor parte de los casos se ha sustituido por drogas más fáciles de conseguir, como el alcohol. Sin embargo, en otros casos, sobre todo entre los consumidores de heroína, su escasez ha llevado aumentar los usuarios de drogas intravenosas, con el problema de que la falta de suministros les lleva además a compartir las jeringuillas, pese al riesgo del VIH, la hepatitis C y el propio COVID-19.
Otro de los problema que se observan es, por ejemplo, que la escasez de heroína, que se ha informado en Europa, el sudoeste de Asia, América del Norte y algunos países de Europa, puede hacer que los consumidores usen sustancias nocivas producidas en el país. Así, se ha noticiado que algunos usuarios pueden cambiar al fentanilo y sus derivados.