Si al descanso este domingo en la agenda oficial en la Cumbre del Clima se une la reaparición de Greta Thunberg, ya tenemos el momento de locura de la jornada: de nuevo, incondicionales y las cámaras han seguido como locos arriba y abajo, dentro y fuera, a la activista sueca en su visita a la Universidad Complutense de Madrid.
Allí se ha asistido a un acto paralelo a la cumbre organizado por grupos ecologistas. Pero la emergencia climática no tiene una única voz. En otra marcha por el centro de la capital se ha recordado la pérdida alarmente de oxígeno que está matando los océanos. Para cambiar CO2 por oxígeno hay fórmulas, así que, como gesto simbólico, en la localidad madrileña de Las Rozas se han plantado mil árboles.
Esta semana se entra en la recta final de la cumbre, con todo un reto: hay que quintuplicar los compromisos del Acuerdo de París para lograr los objetivos de reducción de emisiones.