Salen en buen estado las tres espeleólogas desaparecidas en la cueva cántabra de Coventosa
Las mujeres presentan síntomas de hipotermia y están muy agotadas
Fueron encontradas en torno a las 4 de la madrugada
Sin embargo, el equipo de rescate no había conseguido avisar hasta ahora
Las tres espeleólogas han salido por su propio pie y no tendrán que pasar por el hospital. Están cansadas, con agotamiento físico, algo "desorientadas", pero no hay heridos ni entre los accidentados ni entre el equipo de rescate."Ha sido impresionante encontrarlas con tantas ganas y verlas con una sonrisa", comenta Diego, uno de los miembros del equipo de rescate. Además, ha explicado que "son espeleólogas bien preparadas y que hicieron lo correcto: no avanzar más cuando se dieron cuenta de que se habían perdido".
Fin de la pesadilla. Jessica Salas, Eva Catalá y Montserrat Pérez han salido de la cueva cántabra de Coventosa, en el municipio de Arredondo. Las tres espeleólogas, de entre 40 y 50 años, habían desaparecido el pasado domingo 14 de julio en el territorio, uno de los más difíciles de recorrer.
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30 horas después de que las espeleólogas se adentraran en la cueva saltaban todas las alarmas: no habían regresado. Por ello, la Dirección General de Protección Civil activó anoche el correspondiente protocolo con todas las hipótesis abiertas.
Comenzaba así un operativo de búsqueda formado por varios equipos que finalmente ha tenido final feliz. Precisamente, ha sido el primero de los grupos, que llevaba más de 12 horas dentro de la cueva, el que ha dado con las espeleólogas. Los tres efectivos entraron en la cavidad en torno a las 1:00 horas y, desde entonces, no habían abandonado el lugar
Tras este grupo, entraron dos más. El segundo de ellos, formado por cuatro rescatadores, salieron sin noticias de las mujeres, cuya búsqueda continuó sin novedades. Posteriormente, otro equipo más volvió a adentrarse en el lugar. Este último entró con víveres y agua, lo que hizo que las esperanzas de encontrarlas con vida aumentaran.
Finalmente, la buena noticia ha llegado. Las tres mujeres fueron localizadas en torno a las 4:00 horas en la zona conocida como Pozo de la Unión por el equipo que se internó desde la entrada de Cueto. Como no podían comunicarse con el exterior, tuvieron que esperar a que uno de los miembros del operativo llegase a un punto desde el que poder dar el aviso.
Las tres espeleólogas, nacidas en 1968, 1969 y 1980, y naturales las dos primeras de Barcelona y la última de Vinaroz, se encuentran bien aunque presentan síntomas de hipotermia y están muy agotadas. Por ello, un equipo médico con todo lo necesario espera su llegada a la boca de la cueva para poder atenderlas lo antes posible.
En cualquier caso, uno de los médicos que ha atendido a las víctimas ha resaltado la preparación de las mismas para afrontar la pesadilla. "Son deportistas muy preparadas y eso se nota. Han hecho bien en no arriesgarse y en esperar, y regresar ya acompañadas por nuestros compañeros", ha señalado uno de los efectivos sanitarios.
Las tres espeleólogas fueron halladas a las cuatro de la madrugada por el equipo que entró por la boca de Cueto y se esperaba que estuvieran fuera de la gruta hacia las seis de esta tarde, aunque finalmente han llegado al exterior antes de lo previsto.
Tras ser rescatadas, dos afectadas de Barcelona y la última de Vinaroz (Castellón), han manifestado su intención de regresar a sus casas.
35 kilómetros de galerías de "difícil recorrido"
La cueva cántabra de Coventosa, en el municipio de Arredondo es "de grandes dimensiones y difícil recorrido", ya que requiere desplazamientos en horizontal y vertical también por su interior, lo que supone una "combinación de actividad bastante explosiva".
Son palabras de Jaime Navedo, guía de la zona que conoce la cavidad, a la que también se puede acceder por un pozo en la otra entrada, la de Cueto, y que está compuesta por una red interna de galerías que suman 35 kilómetros.
Así, este experto, que trabaja para una empresa ubicada al otro lado del Valle del Asón, ha llamado a ser "realistas" y, además, "optimistas", y pensar en un "posible extravío", ya que las tres mujeres "se han podido perder".
No es la primera vez que Coventosa se convierte en una trampa. Un informe de 2016 detalla 24 rescates desde 1985 a ese año. El año más trágico fue 1991, con el especialista británico fallecido por hidrocución (un corte de digestión) y otros dos heridos (un madrileño y un catalán) por caídas. El informe señala que la mayor parte de los rescates se ha realizado por retrasos en las expediciones, casi todos por agotamiento o crecidas de agua.