Los últimos datos de la natalidad en España han hecho sembrar todas las alarmas. Los bajos salarios, la idea de los padres de cambiar el chip de épocas pasadas en las que se tenían hijos pero no se pensaba en cómo vivirían, las dificultades de conciliar en el trabajo, cada día más temporal e incierto y el coste de tener una vivienda en propiedad, frenan a muchas parejas a la hora de decidir tener hijos. Los abuelos siguen siendo un gran recurso, pero no todo el mundo está dispuesto a ello.
Save the Children atribuye a la precariedad laboral y a los costes de la vivienda y de la crianza como los principales frenos para la natalidad en España, y recuerda que el coste mínimo para poder criar a un niño o niña en condiciones dignas oscila entre los 480 y 590 euros al mes, una cifra que puede crecer hasta los 588 euros mensuales si tienen entre 13 y 17 años. El coste de criar a un hijo de 0 a 3 años es de 479 euros, de 4 a 6 años, de 518 euros, de 7 a 12 años es de 577 euros al mes. Casi 700 mil hogares en España no consiguen cubrir el coste mínimo para poder criar un hijo en condiciones dignas.
Los primeros tres años de vida se caracterizan por una alimentación particular, la necesidad de comprar ropa nueva constantemente y por muebles y utensilios como cuna, cochecito...
De 4 a 6 años los hijos se incorporan a la alimentación familiar y la habitación de bebé se convierte en una habitación de niño o niña. El tipo de juguetes y ocio cambian y la ropa sigue necesitando renovarse de manera frecuente.
De 7 a 12 años siguen creciendo muy rápidamente. En la habitación se hacen algunos cambios para dejar de lado algunos muebles de la etapa de bebé. Ya comen más cantidad de alimentos y se han incorporado totalmente a la dieta de la familia. De 13 a 17 años se dejan los juguetes de lado y el ocio lo realizan con sus amistades. El estilo de vestir cambia y requieren aparatos electrónicos. También aumenta el gasto en alimentación.
El 79,2% de las mujeres de 25 a 29 años aún no ha tenido hijos en España según el último informe de Fecundidad del INE. Este porcentaje se eleva al 88,1% para todas las mujeres de entre 18 y 30 años. Las medidas de conciliación familiar y el horario son lo que más valoran las mujeres con hijos de un puesto de trabajo. Más de la mitad de las mujeres de 30 a 34 años (el 52,0%) no ha tenido aún hijos. El porcentaje de mujeres que aún no ha sido madre se reduce al 27,8% en las que tienen de 35 a 39 años y al 19,0% en las de 40 años y más.
Tener estudios también influye. Las mujeres con nivel de estudios superiores que actualmente tienen entre 45 y 49 años han tenido en promedio 1,50 hijos. Las que completaron estudios de segunda etapa de
secundaria tuvieron 1,58 hijos y las que alcanzaron primera etapa de secundaria o inferior tuvieron, de media, 1,63 hijos. Trabajar también. Las mujeres que lo hacen tienen menos hijos. En el grupo de edad de mayor fecundidad (30 a 34 años) un 78,0% de las que no tienen hijos está actualmente trabajando, frente al 64,0% de las que ya han tenido hijos. De hecho, el 42,0% de las mujeres residentes en España de edades comprendidas entre 18 y 55 años ha tenido su primer hijo más tarde de lo que consideraban ideal. De media, el retraso asciende a 5,2 años.
La directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children, Catalina Perazzo, avisa de que "cuando el salario mínimo en España es de 900 euros y el salario más común está entorno a los 1.400 euros al mes, tener hijos aumenta el riesgo de sufrir pobreza". "Nos enfrentamos a un escenario hostil para las familias que desean tener hijos, ya que la situación económica no les acompaña y se ven obligados a retrasar la edad de tener hijos hasta tener más estabilidad laboral", añade.
Por otro lado, Save the Children destaca que cerca de un 9% de los hogares sin niños destina más del 40% de su salario a la vivienda. En el caso de los hogares con hijos este porcentaje es del 11% y en el caso de los hogares con niños en riesgo de pobreza sube hasta el 36%. El coste medio en Comunidades de costes de vida medio y bajo es de 536 euros, en comunidades autónomas con coste de vida alto, de 626 euros, 90 euros de diferencia entre unos y otros.
En España, el 28,3% de los niños y niñas viven en riesgo de pobreza infantil, más de 2,2 millones de niños y niñas. A nivel familiar, el 26,3% de los hogares con niños y niñas menores de 18 años se encuentran en una situación de pobreza, llegando hasta el 40,6% en el caso de los hogares con un solo adulto a cargo.
"No solo debemos preocuparnos por la baja natalidad sino por la calidad de vida de los niños y niñas que viven actualmente en España, especialmente de las condiciones de los más de dos millones de niños y niñas que viven en pobreza y el millón que sufre pobreza severa", denuncia Perazzo.
La ONG pide que, "en cuanto haya un Gobierno estable, se lleven a cabo políticas que apoyen a las familias" como el aumento progresivo de la prestación por hijo a cargo hasta alcanzar los 100 euros mensuales, la gratuidad de la educación de 0 a 3 años para las familias más vulnerables o el aumento de los permisos de maternidad y paternidad.
"Las familias se enfrentan con muy poco apoyo a la crianza de sus hijos e hijas. El reto demográfico es responsabilidad de todos, por lo que también el Estado debería apoyar a las familias, especialmente a las más vulnerables", concluye Perazzo.
Otras ONG que trabajan en defensa de los derechos y bienestar de las familias califican de "nefastos" los datos del INE que reflejan la tendencia a la baja del número de nacimientos en España en la primera mitad de 2019. Asimismo, reclaman políticas públicas que ayuden a las familias y mayor inversión en esta materia y para fomentar la natalidad.
La directora de la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), Amaia Echevarría, achaca la caída a "las dificultades" que tienen los ciudadanos para "tener descendencia y un proyecto de familia" debido a "las condiciones de vida actuales, la precariedad laboral y la falta de medidas para la conciliación".
Respecto a la falta de medidas de conciliación para hacer posible la vida familiar, afirma que las familias tienen "problemas" para poder dedicar todo el tiempo que les gustaría a sus familias. En este sentido, remarca que aparte de emplazar a los hombres a la corresponsabilidad, conseguirla "también es responsabilidad de la Administración pública".
Desde UNAF demandan "más apoyo" a las familias, así como prestaciones económicas y por hijo a cargo, y un impulso a la universalización de la educación entre los 0 y 3 años. Además, reclaman que todas las políticas familiares estén enfocadas a todos los tipos de familias". Aunque para Echevarría en esta materia se han producido "avances" recientemente --en referencia a la extensión de los permisos de paternidad--, considera que "se está avanzando despacio". "Hace falta mayor compromisos", sentencia.
Por su parte, el director general del Foro de la Familia, Javier Rodríguez, ve "nefastos" estos datos que, sumados "al terrorífico dato del número de abortos" recientemente publicado --95.917 en 2018-- y "al descenso del número de matrimonios", sumergen a la sociedad española "en una tormenta perfecta" de la que será "difícil" que España se recupere.
Al respecto, avisa de que en esta situación un país "no puede sostenerse" y puntualiza que, si lo hace, "será a un alto coste social". Según apunta a Europa Press, "no sirve de nada hablar de despoblación si no se quieren aparcar las ideologías y afrontar el problema de manera integral".
De este modo, reclama "recuperar una mirada positiva" sobre la figura de la maternidad, así como reforzar "el matrimonio como lugar ecológico natural para el nacimiento y crianza de los hijos, animando a luchar por él en tiempo de dificultad y no a salir cada uno por su lado enseguida". Foro de la Familia también ve "fundamental atajar el aborto", así como "hacer pedagogía sobre lo que supone realmente" y "evitar que se siga utilizando como un sistema anticonceptivo más, como se está vendiendo". Según reivindica, hay que mostrar "la realidad que hay detrás" de un aborto, que a su juicio es "un fracaso que supone el fin de una vida y graves secuelas físicas y psicológicas para la madre".
El número de matrimonios disminuyó un 1,2% en el primer semestre de 2019 respecto a 2018. Los mayores aumentos se dieron en Galicia (18,1%) y en la Ciudad Autónoma de Ceuta (12,7%), mientras que los descensos más acusados se registraron en Cantabria (-13,0%) y en la Región de Murcia (-8,3%).
Según el experto en demografía y catedrático de Sociología en la Universidad de A Coruña, Antonio Izquierdo, la "cultura de la temporalidad" laboral y la "fragilidad" de las políticas de conciliación inciden en la baja natalidad en España. Izquierdo atribuye a la situación económica del país el descenso de nacimientos registrado en España en la primera mitad de este año. "No es algo distinto a la tendencia que seguimos desde hace muchos años, y que es generalizada en la Unión Europea, donde hace muchísimas décadas que el crecimiento de población no es por saldo vegetativo sino por saldo migratorio", explica Izquierdo, aunque subraya que la fecundidad en países del sur de Europa como España es todavía más baja, "situada por debajo de la tasa de reemplazo".
"La economía es la que condiciona la demografía, y no al revés", sentencia el catedrático de Sociología, y señala el hecho de que los países del norte de Europea tengan una media de "medio hijo más que nosotros" como muestra de la incidencia del mercado de trabajo en la decisión de tener hijos. Sus mercados de trabajo son muy dinámicos: pierdes el empleo y en pocas semana encuentras otro", afirma este experto, frente al mercado laboral "con mucho desempleo, de trabajos laborales o de tiempo parcial de forma involuntaria" de España.
"Basta con salarios dignos y seguridad laboral para que aumente la fecundidad", asegura Izquierdo, que señala también las "políticas frágiles de conciliación" como un lastre para la natalidad del país. También la falta de implantación de políticas de igualdad dentro de las empresas.
Alimentación: El coste de la dieta recomendada por la Asociación Española de Pediatría, en las cantidades necesarias para cada edad, teniendo en cuenta el periodo de lactancia recomendado por la OMS.
Higiene: El coste de una cesta de productos de higiene en cantidades adecuadas a las necesidades de cada etapa: desde productos como pañales y toallitas húmedas en los primeros años, a desodorantes y cremas en la adolescencia.
Ropa y calzado: Cuanto más pequeños, más rápidamente cambian de talla y mayor es la necesidad de cambiar de vestimenta. Se ha calculado el gasto de una cantidad básica de ropa y calzado adaptada a cada edad.
Educación: Se asume que los niños van a escuelas públicas. Las partidas que se han incluido para calcular el gasto educativo son comedor escolar, libros de texto y material escolar.
Sanidad: Se asume que las familias hacen uso de la sanidad pública. Se añaden costes no incluidos como dos vacunas recomendadas y no cubiertas (Rotavirus y Meningococo B), odontología y medicamentos como apiretal o mucolíticos.
Vivienda: Se calcula la diferencia que significa pasar de no tener hijos a tenerlos (de uno a dos o más dormitorios). Se atribuye esta diferencia al coste de vivienda de niños y niñas, computando el coste en función del tipo de hogar.
Conciliación: De 0 a 3 años se calcula el coste de escuela infantil y, para mayores de 4 años, el coste en actividades extraescolares, de verano y otros cuidados.
Ocio y juguetes: Las necesidades de juguetes son crecientes desde los 0 a los 12 años. A partir de esa edad, el ocio pasa a ser más importante, así como los productos tecnológicos y de telefonía.
Muebles y enseres: Los primeros años se necesitan cuna, carrito... En los años posteriores, una cama, cambios en almohada, sábanas...
Costes corrientes de la vivienda: Se calcula la diferencia que significa en los gastos de agua, luz, gas, comunidad, tasa de basura y saneamiento pasar de no tener hijos a tenerlos.
Gastos extraordinarios: Gastos esporádicos no incluidos en las otras dimensiones como paga semanal, excursiones, cumpleaños, imprevistos...
Transporte: Se calcula según precio de transporte público en todas las capitales de provincia.