De la desescalada a la desbandada: cómo España precipitó su reapertura y facilitó la segunda ola
La desescalada del país, entre finales de abril y mediados de julio, transcurrió entre los cambios de fase de las comunidades, franjas horarias para hacer deporte o caminar y acusaciones políticas cruzadas
España no contaba con "un sistema eficaz de rastreo" para desconfinar, según un estudio en 'The Lancet': así pasamos de un encierro estricto a un verano con apenas controles
Septiembre termina con España a la cabeza de contagios en Europa. Ya ni siquiera el siempre optimista Fernando Simón niega que estamos en una segunda ola. ¿Qué ha pasado? La opinión de los expertos va cristalizando: la desescalada fue una desbandada. Se abrió todo demasiado rápido sin que España estuviera preparada para hacer frente a una segunda ola.
Entre el anuncio de la desescalada y la entrada a la nueva normalidad transcurrieron casi dos meses. El 28 de abril Pedro Sánchez anunció el deconfinamiento en fases. El 20 de junio, a pocas horas del final del estado de alarma, señaló que habíamos "doblegado la curva" y que empezaba "una nueva etapa". En un mitin en Galicia a principios de julio, el propio presidente del Gobierno dio por "vencida" la pandemia y animó al país a "no tener miedo" a los rebrotes "y salir a la calle para reactivar la economía".
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Del cierre más estricto a la apertura total
España pasó del confinamiento más duro de Europa a una de las reaperturas más amplias. Las restricciones caían según iban pasando los días. De multar a dos adultos por ir con un niño a finales de abril a reabrir las discotecas antes de lo previsto a mediados de junio. Eran momentos de optimismo. También de presiones del sector turístico. La Mesa del Turismo urgía a reabrir el país el 15 de junio y pedía que se retirase la exigencia de guardar cuarentena a los extranjeros como ya habían hecho otros países. Perder la temporada de verano sería "una auténtica calamidad", decían.
Sin embargo, algunos expertos señalaban que quizá íbamos muy rápido. Los rebrotes veraniegos, ya incontables en este otoño, les han dado la razón. La española Helena Legido-Quigley, experta en sistemas de salud, hablaba a finales de agosto de una "apertura bastante rápida" y de un plan de desescalada "muy bien diseñado" pero mal implementado.
España desconfinó mal, dicen los expertos
Ya este viernes, firmó junto a otros 20 especialistas un estudio en la revista The Lancet que analiza por qué España hizo mal su desconfinamiento. El documento, que examina las estrategias de nueve países (cinco de Asia y cuatro de Europa) para suavizar sus restricciones tras la primera oleada, apunta al país por no contar con "un sistema eficaz de rastreo" antes de desconfinar y, además, por la falta de claridad en la toma de decisiones.
Un ejemplo lo hemos tenido esta semana. Sanidad se resistió a fijar un umbral de incidencia para imponer restricciones o un número mínimo de rastreadores por población. Ahora el ministro Illa le pide a Madrid que confine los distritos con una incidencia que supere los 500 casos por 100.000 habitantes. ¿Intervendrá por fin el Gobierno? Desde el fin de la desescalada, el mantra del Ejecutivo ha sido que la gestión de la pandemia era responsabilidad de las comunidades autónomas, que tenían "margen para actuar".
Una revisión a la "ansiada" desescalada revela la presión y la competición por abrir cuanto antes la economía, anuncios de cambio de fase que se seguían como un torneo de fútbol ("Cataluña avanza a la fase 2, Cantabria a la 3") y acusaciones políticas de doble rasero a la hora de permitir o no esta o aquella reapertura, mientras los aplausos de las 8 de la tarde a los sanitarios se fueron apagando.
Semana del 27 de abril al 3 de mayo
Sánchez presenta el plan de vuelta a la nueva normalidad, una desescalada "gradual, asimétrica y coordinada" en cuatro fases. Los criterios para avanzar de etapa son el nivel de transmisión, la situación hospitalaria y la capacidad de detección y reacción, entre otros. En Madrid, el hospital de Ifema cierra y la presidenta Isabel Díaz Ayuso encabeza un acto festivo. A partir del 2 de mayo, las personas mayores de 14 años pueden hacer deporte o salir a pasear en determinadas franjas horarias.
Semana del 4 al 10 de mayo
El lunes 4, casi toda España amanece en fase 0, salvo algunas islas Baleares y Canarias que avanzan directamente a la 1. El Gobierno logra la cuarta prórroga del estado de alarma. El jueves 7 de mayo, dimite la directora de Salud Pública de Madrid, Yolanda Fuentes, después de que la Comunidad pidiera avanzar a la fase 1. No obstante, la región no logra pasar de fase, al igual que Barcelona, aunque sí lo hacen Galicia, el País Vasco y Extremadura, entre otras. Fernando Simón ve una "tendencia decreciente" en los datos.
Semana del 11 al 17 de mayo
Madrid vuelve a pedir pasar a la fase 1 y argumenta pérdidas económicas, de 1.000 millones de euros por cada semana en la fase 0, según el vicepresidente Ignacio Aguado. En tanto, Díaz Ayuso acusa al Gobierno de "imponer una suerte de dictadura" y de "dirigir y controlar las vidas de los ciudadanos" con el estado de alarma.
El Gobierno solo permite que la Comunidad pase a una fase intermedia, rápidamente denominada "0,5", con algunas restricciones menos (actividad comercial sin cita previa, velatorios de hasta 10 personas, por ejemplo) que la fase 0. Valencia, Castilla-La Mancha, además de Málaga y Granada en Andalucía, avanzan a la fase 1. El Gobierno flexibiliza las restricciones de la fase 2 "ante la evolución epidemiológica positiva", por lo que los comercios y restaurantes podrán abrir al 40% de su aforo y los centros comerciales al 30% en zonas comunes.
Semana del 18 al 24 de mayo
Sanidad anuncia que la mascarilla será obligatoria en la calle si no puede mantenerse la distancia de seguridad, así como en espacios cerrados y en el transporte público. El Gobierno logra una quinta prórroga del estado de alarma con el apoyo de Ciudadanos y el PNV y la abstención de Bildu. El viernes 22, Madrid recibe el visto bueno para pasar a la fase 1, como Barcelona, mientras que una buena parte del país (el 47% de la población) ya está en fase 2. Totana se queda en fase 1 por un brote. Sánchez anuncia que el turismo extranjero volverá en julio, cuando todo el territorio esté en fase 3. "Los turistas extranjeros pueden desde ya planificar sus vacaciones en nuestro país", dice. En una carta abierta, la Mesa del Turismo fija el 15 de junio como límite para reactivar el turismo. "Debemos volver a la actividad sin más dilación", pide el sector.
Semana del 25 al 31 de mayo
Madrid reabre sus parques, Barcelona sus playas y el Gobierno informa que levantará la cuarentena para turistas extranjeros a partir del 1 de julio. Valencia, algunas zonas de Castilla y León, Cataluña, así como Málaga y Granada, entre otras, pasan a la fase 2, mientras que La Gomera, El Hierro, La Graciosa y Formentera pasan a la 3, una fase en la que Sanidad suaviza las restricciones: vuelven las barras de los bares, los casinos y las reuniones de hasta 20 personas.
Semana del 1 al 7 de junio
El lunes 1 de junio, la mayor parte de España (un 70% de la población) amanece en la fase 2 de la desescalada, aunque todavía no Madrid. El Gobierno consigue una sexta y última prórroga del estado de alarma, nuevamente con el apoyo de Ciudadanos, con lo que las Comunidades volverán a tener "la gobernanza plena" a partir de la fase 3. Madrid pasa a la fase 2 y unos días después abren bares y restaurantes, a un tercio de su aforo en el interior y sin consumo en barra. Andalucía pide suspender la operación Paso del Estrecho por la crisis. El Gobierno permite la apertura de discotecas y bares de ocio nocturno a un tercio de su aforo en la fase 3, así como también los gimnasios (a un 50%).
Semana del 8 al 14 de junio
Díaz Ayuso anuncia un nuevo hospital especializado en pandemias. El decreto de "nueva normalidad", del Gobierno, aprobado otra vez con el apoyo de Ciudadanos, establece la distancia de seguridad en 1,5 metros y la obligatoriedad de la mascarilla después del estado de alarma. Las zonas que superen la fase 3 antes del final del estado de alarma quedarán automáticamente en la nueva etapa, como el caso de Galicia tras el visto bueno de Sanidad. Los cines reabren y Sánchez adelanta la apertura de las fronteras con la UE al 21 de junio.
Semana del 15 al 21 de junio
Lleida, Barcelona y su área metropolitana pasan a la fase 3, y las restricciones de movilidad se levantan en toda Cataluña, que en cuestión de horas avanza a la nueva normalidad. Madrid, por su parte, salta de la fase 2 a una primera etapa de la nueva normalidad, con un 60% de aforo en el interior bares y restaurantes y un 80% en terrazas. El Gobierno busca atraer turistas con la campaña "Spain for Sure" ("España seguro") y Exteriores oficializa el ingreso de ciudadanos británicos y europeos desde el 21 de julio sin cuarentena. Ocho positivos en varias localidades aragonesas, vinculados a una empresa frutícola, dan inicio a uno de los peores rebrotes del verano. Sánchez pone fin al estado de alarma en una comparecencia el 20 de junio. Unos días después, ya en julio, pedirá a los ciudadanos "no dejarse atenazar por el miedo". "Hay que salir a la calle, hay que recuperar la economía", afirmó entonces.