Cristiano Ronaldo más que un condenado, parecía un actor en la alfombra roja de Venecia, a su llegada a la sede judicial donde ha repartido autógrafos y sonrisas entre los cientos de periodistas que daban cobertura a la audiencia del futbolista.
La Presidencia de la Audiencia Provincial de Madrid rechazaba ayer la solicitud de Cristiano Ronaldo de adoptar medidas de seguridad en su acceso al edificio, lo que le obligaba a tener que entrar a pie por la puerta principal para acudir al juicio en el que ratificará el pacto al que llegó con Hacienda para zanjar la acusación de la Fiscalía por defraudar 14,7 millones entre los ejercicios fiscales de 2011 y 2014.
La Presidencia considera que, a pesar de la gran notoriedad del acusado, nada acredita que se vea comprometida su seguridad en lo que respecta a su acceso a las instalaciones judiciales, informaba el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Ante los magistrados que componen la Sección 17, el exdelantero del Real Madrid tendrá que reconocer los delitos fiscales de los que le acusa la Fiscalía. Lo hará a cambio de dos años de cárcel sin ingreso en prisión y el pago de una multa de casi 19 millones de euros, que ya ha sido liquidada.