Acusado de asesinar a un joven en Rivas: " no se dónde está el cuerpo"
Se enfrenta a 13 años de cárcel por un delito de homicidio y profanación del cadáver
Javier Ceballos, el único acusado de haber matado, quemado y profanado el cadáver de un joven en Rivas Vaciamadrid, ha admitido durante el juicio que se le sigue por el crimen cometido en 2016, que no sabe "dónde está el cuerpo".
Ante la madre de la víctima y su hermano Ceballos ha hecho su alegato final pidiendo perdón."No hay día que me levante y no me arrepienta de lo que hice", ha alegado el acusado, que se enfrenta a 13 años de cárcel por un delito de homicidio y profanación del cadáver.
"Esto no tenía que haber pasado. Pero a veces las drogas te hacen actuar de una manera en la que no deberías. Tuve miedo y me defendí, pero yo no hice lo que dicen, porque no se dónde está el cuerpo", ha insistido Ceballos, que reconoció ante el tribunal que había matado a su amigo en defensa propia. Sin embargo, ha negado haber descuartizado y quemado el cuerpo, tal y como sostiene la fiscal.
La madre del fallecido rogó a los acusados durante su comparecencia que le dieran las cenizas de su hijo para poder hacerle un funeral. Los investigadores no han hallado rastros del cuerpo, aunque saben que quemó en un bidón de gasolina que estaba situado en una finca de El Pardo.
Tras más de dos semanas, el juicio ha quedado visto para sentencia con la entrega del veredicto al Jurado Popular, que deberá deliberar sobre si Ceballos troceó o no el cadáver y si lo hizo con la ayuda de Francisco Gomara, alias Paco El Loco.
En la pericial, los especialistas de la Guardia Civil detallaron que la geolocalización del teléfono de Gomara le situaba en la casa de Rivas donde se perpetró el asesinato. En su declaración, no negó haber estado en la casa en las fechas del crimen, pero explicó que lo hizo para consumir droga.
En su informe, la fiscal ha mantenido las penas para tres de los acusados, mientras que ha reducido de dos años y tres meses a seis meses de cárcel a David Tena, el dueño del piso de Rivas donde se cometió el crimen. Su defensa alegó que no contó lo sucedido a la Guardia Civil por miedo insuperable, después de que el autor del crimen le pidió que no hablara del tema.
La versión del acusado no convence al tribunal
Durante su exposición, la fiscal no dio veracidad a la versión del principal acusado, quien en su declaración esgrimió que mató a la víctima en defensa propia. Ceballos ha contado que le pidió sin éxito que se fuera de su casa después de consumir drogas. La acusación particular dudan de que éste fuera el móvil del asesinato y creen que se trató de un asunto pasional.
El abogado defensor de Ceballos pidió al tribunal que la condena tenga en cuenta los atenuantes de drogadicción y legítima defensa, que reduciria sustancialmente la pena.
La dinámica del crimen perpetrado el 10 de agosto de 2016
La Fiscalía cree que Ceballos se encontraba en una vivienda de Rivas Vaciamadrid, junto a la víctima, momento en el que se originó una discusión entre ambos. El acusado "haciendo uso de un instrumento cortante dio muerte" a su amigo quedando ensangrentado "el suelo y las paredes de la vivienda, y causándose el acusado Javier Ceballos una herida cortante en la mano izquierda".
Dos horas más tarde llegó al piso David Tena, quien compartía domicilio con el acusado, pero no pudo entrar, porque las llaves estaban puestas desde dentro impidiendo la apertura de la puerta. Poco después al abrirle se encontró a Ceballos en calzoncillos y ensangrentado, mientras que el cadáver de A.P. yacía en el suelo de la cocina "boca abajo y arropado con una manta".
Las paredes y el suelo de toda la vivienda estaban cubiertas de sangre, según ha contado David Tena, también acusado de encubrir el asesinato. El hombre abandonó pero no avisó a la Policía.
Ceballos llamó a Francisco Gomara-López para que para que lo ayudara a "trasladar los trozos del cadáver a la finca sita en el Camino Valdecerveras parcela 201 de las Colmenas, El Pardo (Madrid), donde tras rociarlo con gasoil lo prendieron fuego.