El agente de la Guardia Urbana de Barcelona Pedro Rodríguez recibió al menos dos impactos debido a las salpicaduras de sangre que hallaron en casa de la agente Rosa Peral, acusada de asesinar a su novio en mayo de 2017 junto a su amante, Albert López. Así lo han considerado los Mossos d'Esquadra durante la primera sesión de pruebas periciales ante el jurado popular de la Audiencia de Barcelona que juzga a los acusados. El mismo ha visto más de 50 fotografías tomadas durante la fase de instrucción.
De acuerdo con un mosso, ambas manchas "son compatibles" con la hipótesis de que Pedro estuviera sentado o tumbado en un sofá en el momento en el que sufrió los impactos. Pese a ello, han admitido que "se desconoce el origen de la salpicadura" de sangre que coincide con el ADN de la víctima.
A preguntas de los abogados de los acusados, han especificado también que las gotas de sangre de la puerta "no encajan con arrastrar un cuerpo" ni tampoco con "una persona cayéndose y golpeándose", del mismo modo que las de la bombilla no corresponden al rastro de un "puñetazo".
El mismo perito ha matizado entonces que si la sangre llegó hasta la bombilla, el cuerpo de Pedro debió estar situado "muy cerca de la pared", posiblemente en el sofá que había allí antes del asesinato, tal y como se comprobó a raíz de las fotografías requisadas en el móvil de Rosa.
Sin embargo, como la policía nunca halló el sofá, considera precisamente que "su desaparición puede evidenciar que hubiera restos biológicos de la agresión sufrida por Pedro", al igual que en la pared, que fue pintada de blanco a posteriori.
Además de los restos en la bombilla y la puerta, también fue localizada una mancha de sangre en una camiseta de la acusada, así como en otros tres pares de botas, todos con el ADN de la víctima, y que podrían haber estado en el cuarto en el que se cometió el asesinato, en el que no se encontraron en cambio "indicios biológicos" de Albert.
Por otra parte, los peritos también han aseverado que si se hubieran producido ruidos en el interior del domicilio por la noche, habrían sido fácilmente perceptibles desde el exterior debido a la cercanía entre las viviendas. "Al ser urbanización, hay muy poca circulación (de vehículos) y cualquier ruido sería bastante palpable por los vecinos", ha zanjado uno de los agentes.