Los presuntos asesinos del guardia urbano de Barcelona vuelven al lugar del crimen
Oculta bajo su pelo, Rosa ha vuelto a su casa. Al lugar donde, supuestamente, Pedro, su pareja, fue asesinado. Hoy ha tocado reconstruir ese crimen y, para ello, no ha estado sola. Tras ella entraba Alberto, el amante de Rosa, con gorra y gafas de sol. Llevan un mes y medio separados en cárceles distintas. Hoy vuelven a estar muy cerca, en la vivienda donde los tres guardias urbanos de Barcelona habrían coincidido por última vez el pasado 4 de mayo. Según Rosa, ese día Alberto llegó, le dijo que fuera arriba con sus hijas y mató a Pedro. Según Alberto, ese día Rosa le llamó. Cuando llegó el cadáver de Pedro ya estaba en el maletero del coche y ella le pidió que le ayudara a desprenderse de él. Los hechos siguieron en una pista forestal de Foix. Allí aparecieron calcinados el vehículo y los restos de la víctima. Allí han vuelto, también, los dos acusados para reencontrarse con el recuerdo del crimen.