Entre gritos ha salido del juzgado el supuesto ideólogo del crimen. Pedro Nieva encargó la muerte de Javier Ardines por 25.000 euros. Así lo ha confesado uno de los sicarios detenidos ante la juez, unos sicarios "de tercera división", según los expertos en seguridad. César Charro ha explicado que "han creído que por el hecho de que nadie les haya visto, y de que en el entorno no hubiera cámaras, ya iban a salir bien librados".
El sicario argelino asegura que participó en la preparación y la ejecución del crimen de Javier Ardines y ha ampliado los detalles del encargo que ya dio ante la Guardia Civil.
Y aun así Pedro Nieva, presunto autor intelectual, sigue negándolo todo. Ha realizado un alegato de seis minutos para argumentar su inocencia y después no ha contestado a ninguna de las preguntas de la magistrada.
Y el supuesto intermediario también mantiene su silencio. La jueza los ha enviado a los tres a prisión comunicada y sin fianza.
Así salían hacia la cárcel de Villabona esta madrugada, donde se les han puesto medidas especiales de seguridad, para que ninguno pueda sufrir lesiones.
El otro sicario sigue en Suiza, pendiente de que se tramite su extradición y su situación se complica. Se ha comprobado que su teléfono se conectó al repetidor más cercano a la casa de Javier Ardines en el momento del asesinato.