La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce como signos del coronavirus el dolor de garganta, la tos, la fiebre y, en los casos graves, dificultad para respirar. Sin embargo, y a pesar de que ni esta ni el Ministerio de Sanidad de España incluyen la anosmia (pérdida del olfato) como síntoma por la falta de evidencia científica, ya hay estudios que lo relacionan con el COVID-19. De hecho, en el Ejército de EEUU en Corea del SUr a todos aquellos que no pueden oler, les aíslan. Para ello, utilizan un hisopo con vinagre.
La mayoría de expertos coinciden en que uno de los mayores peligros en esta pandemia del coronavirus son los casos asintomáticos porque esparcen la enfermedad sin darse cuenta por todo su entorno. De hecho, son la principal causa de propagación de la COVID-19.
Ante los estudios que revelan que el 66% de los afectados por coronavirus sufren la pérdida del olfato, el Ejército de EEUU en su base militar en Daegu, Corea del Sur, ha decidido incluir este síntoma como uno de los posibles del virus y aislar a todos aquellos que lo padecen.
El posible afectado, al cual le preguntan previamente si es alérgico al vinagre de manzana, debe oler un poco de este que se impregna en un hisopo que después se tira. Si las personas que realizan este test no pueden percibir el olor, suponen que podrían estar contagiados por coronavirus, ya qu,e según justifican desde la propia página de Facebook de la base, “el síntoma principal para aproximadamente el 30 por ciento de los pacientes con casos leves de COVID-19 es una pérdida del olfato conocida como anosmia, según muestran estudios recientes, y el 66 por ciento de los pacientes con COVID-19 sufren de anosmia”.
Estos datos están basados en estudios de la Asociación Británica de Otorrinolaringología y de un grupo de investigadores del King's College de Londres (KCL).
Esto serviría, en todo caso, como otra medida más para poder detectar infectados que no tengan fiebre y, según declaró un portavoz de las Fuerzas Armadas de EEUU en Corea al medio ‘Newsweek’, se trata de algo adicional que no sustituye al resto de controles que se realizan en la base. Además, especifica que es local y que desconoce si aplica en otros lugares. “La prueba de olor es una medida adicional que hemos sumado a un procedimiento de evaluación de compuerta ya robusto en nuestras instalaciones, que incluye controles de temperatura sin contacto y un cuestionario de evaluación que se actualiza constantemente con las preguntas actuales y aplicables. Por ejemplo, actualmente preguntamos si han estado siguiendo nuestras directivas de Condición de Protección de la Salud, si han estado en contacto con alguien que dio positivo por COVID-19 y si se sienten mal”, explica.
"Nuestra prioridad número uno es proteger la vida, la salud y la seguridad de los miembros de nuestra comunidad”, agrega el mismo.
En total, según el mismo medio, más de una docena de los miembros de esta base ya ha dado positivo en coronavirus por lo que toda precaución es poca.