La medida de reducir la movilidad en España para contener la expansión del coronavirus no será tan efectiva. Es más, incluso reducir al 90% la movilidad tendría un efecto limitado a la hora de frenar el coronavirus. Así lo señala un estudio publicado por el instituto BIFI de la Universidad de Zaragoza, quienes señalan que lo mejor sería adoptar una estrategia mixta.
“Los hallazgos pueden extrapolarse a cualquier otro país, dada la ubicuidad de los patrones de movilidad en todo el mundo”, señala Yamir Moreno, autor del estudio, físico teórico y responsable del Grupo de Redes y Sistemas Complejos, COSNET y director del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos, BIFI. Ni siquiera la cuarentena de una ciudad como Wuhan -más de 11 millones de habitantes-, capital de la provincia de Hubei, China, ha podido evitar la propagación de la enfermedad.
Las soluciones más eficaces, basadas en los resultados de un modelo matemático, son la detección temprana y el aislamiento de individuos contagiados -junto a otras restricciones, estrategia mixta-, según señala el estudio, elaborado también por Alberto Aleta, miembro de BIFI y de la Fundación ISI de Turín, Italia.
Las conclusiones del estudio concuerdan con las últimas recomendaciones hechas por la Organización Mundial de la Salud, OMS. Además, señalan que las medidas drásticas, como el cierre total de cualquier medio de transporte, no conducirían a una reducción significativa del número de infectados o de su expansión geográfica. Tendría un coste económico elevado, y muchos casos, sería inasumible. Lo que sí provocaría es que el pico de la epidemia se retrase varios días, algo que sería útil para mejorar la prevención de los servicios sanitarios.
Los investigadores han desentrañado el impacto real de cada medio de transporte en diferentes escenarios de reducción de la movilidad en España teniendo en cuenta los datos reales. Lo que queda claro es que el cierre del transporte público, por ejemplo, no asegura frenar el contagio del coronavirus.