Miles de chilenos volvieron a salir este viernes a las calles de la capital del país y abarrotaron por miles las plazas de la ciudad. De nuevo volvió a haber enfrentamientos violentos con la Policía. No solo en Santiago fue masiva la movilización. También en el resto del país, donde no hay muestras de cesión por parte de la ciudadanía. Las fuerzas de seguridad en Santiago utilizaron vehículos blindados para dispersar a la multitud, con gases lacrimógenos y cañones de agua. Los manifestantes respondieron arrojando piedras y pintura a los vehículos.
Los disturbios en Chile continúan tras más de una semana de disturbios, incendios provocados en áreas urbanas y protestas por la desigualdad que azota al país. Hay al menos 18 personas muertas y más de siete mil personas detenidas. La factura llega también a lo material. Solo el metro de la ciudad ha sufrido daños por casi 400 millones de euros y más de mil millones de euros en pérdidas han sido anunciados por las organizaciones empresariales.
Las protestas comenzaron por un aumento en las tarifas del billete de metro. Eso fue solo el detonante. El pueblo chileno exige reformas de profundo calado social y económico lo que ha llevado al presidente del país, Sebastián Piñera, a prometer reformas sociales y económicas radicales y a destituir a todos los miembros de su Gobierno.