El mundo celebra hoy el Día Internacional del Reciclaje, destinado a concienciar sobre la importancia que tiene reciclar en la preservación del medio ambiente y los distintos recursos naturales.
Sirviendo a ese propósito, Ecovidrio, para hacer ver a los ciudadanos la importancia de comprometerse con esa responsabilidad, ha instalado un contenedor gigante en la plaza de Callao en Madrid.
La entidad sin ánimo de lucro explica que el contenedor simboliza “el esfuerzo y la perseverancia de la ciudadanía con el reciclaje de los envases de vidrio”.
En este sentido, precisamente, en lo que al reciclaje de vidrio se refiere, en España lo hace bastante bien.
Tres de cada cuatro botellas de vidrio que consumimos llegan a una planta de reciclaje. Se retiran tapones y chapas y después se separa todo lo que no debería estar en el contenedor verde. Cuando el vidrio está limpio, se tritura.
Casi 900.000 toneladas se reciclaron el año pasado: un 9% más que en 2017. Con esa cantidad se evitó extraer las materias primas equivalentes a 107 veces el peso de la Torre Eiffel; nos ahorramos las emisiones de CO2 que dejan 127 vueltas al mundo en avión; y la energía que consumen en 3 meses los hospitales de España.
“Y se recicla infinitas veces, nunca pararía el círculo”, explica Beatriz Ejido, de Ecovidrio.
Donde más se recicla es en Baleares, con 30 kilos de vidrio por habitante. Le siguen de cerca País Vasco, La Rioja y Navarra. Donde menos es en Andalucía y Extremadura, con solo 7 kilos por persona.