En el estudio participaron 65 personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular hemorrágico intracerebral --una ruptura de los vasos sanguíneos dentro del cerebro-- y se les comparó con 65 individuos sanos. Se analizaron los niveles de vitamina C en la sangre de los participantes y, en general, el 41 por ciento de ellos tenían niveles normales de la vitamina C, el 45 por ciento mostró niveles de agotamiento de la vitamina C y el 14 por ciento fueron considerados deficientes de la vitamina.
En promedio, las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular tenían agotados los niveles de vitamina C mientras que los que no habían sufrido un accidente cerebrovascular presentaban niveles normales de la vitamina. "Nuestros resultados muestran que la deficiencia de vitamina C debe ser considerado un factor de riesgo para este tipo de accidente cerebrovascular grave, al igual que la hipertensión arterial, el consumo de alcohol y el sobrepeso", señala el autor del estudio, Stéphane Vannier, del Hospital de la Universidad Pontchaillou en Rennes, Francia.
"Se necesita más investigación para explorar específicamente cómo la vitamina C puede ayudar a reducir el riesgo de apoplejía. Por ejemplo, puede regular la presión arterial", argumenta este experto. Según Vannier, la vitamina C parece tener otros beneficios como la creación de colágeno, una proteína que se encuentra en los huesos, la piel y los tejidos, además de que la deficiencia de esta vitamina también se ha relacionado con enfermedades del corazón.