La pérdida del apetito, vómitos, mal sabor de boca o las náuseas son otras de las consecuencias de la gastroenteritis. Para evitar que dure demasiado tiempo esta enfermedad, es necesario guardar reposo, ayuno y beber mucho líquido, según el portal Nosotras.
Es importante seguir una dieta astringente o de estreñimiento para evitar que salgan más excrementos en forma de diarrea por nuestro cuerpo. Por ello hay que evitar la fibra y conseguir una buena hidratación para que pasemos la gastroenteritis lo antes posible.
Uno de los consejos más usuales y naturales es beber agua con limón, infusiones relajantes, como la tila o la manzanilla, y zumo de frutas sin pulpa. En el caso de que hayamos perdido demasiados líquidos podemos tomar alguna bebida isotónica.
A medida que vomitemos menos, o la diarrea cese, podemos tomar leche fermentada descremada. Además, cuando creamos estar recuperados, es necesario no variar drásticamente la dieta e ir con tiempo y cuidado, porque podemos seguir teniendo gastroenteritis aunque sus síntomas no estén del todo presentes.
Una vez recuperados es aconsejable seguir la misma dieta para que nuestro cuerpo se normalice y conserve alimento dentro. Poco a poco, podemos incorporar en nuestras comidas el arroz, los tubérculos, pollo, pescado a la plancha o fruta fresca.
Aunque debamos evitar al principia la fibra, sí que podemos tomar alimentos con pectina, un tipo de fibra soluble con efecto astringente, como por ejemplo la manzana o la pera. En concreto la manzana, junto al membrillo, aporta propiedades antiinflamatorias que aceleran el proceso de recuperación.
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