Con el objetivo de mejorar la formación de los farmacéuticos sobre hidratación, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, a través de la vocalía nacional de Alimentación y con la colaboración de Aquarius, ha elaborado 'Pautas de hidratación con bebidas con sales minerales', un documento que tiene como meta ser un referente para estos profesionales a la hora de aconsejar a la población sobre las principales recomendaciones para mantener un nivel óptimo de hidratación.
Como consecuencia del ritmo de vida actual, la mayoría de la población bebe menos de lo que necesita y, por ello, está en riesgo de sufrir deshidratación. Las múltiples consecuencias para la salud que puede producir un estado de deshidratación hacen que constituya un problema de salud pública.
Además, con la llegada del verano y la subida de las temperaturas, el número de personas que pueden sufrir deshidratación aumenta significativamente. En este sentido, el papel del farmacéutico es fundamental en la educación sanitaria de la sociedad desde las 21.364 oficinas de farmacia distribuidas por toda España.
Asimismo, dirigido a la población general, se ha elaborado el 'Decálogo de la hidratación', unas pautas básicas para poder llevar una correcta hidratación en la actividad física diaria, disponible ya en la página web 'www.portalfarma.com'.
Entre las principales medidas recogidas en el decálogo destaca la recomendiación de consumir entre dos y dos litros y medios de líquidos a lo largo del día. Se debe tener en cuenta que las bebidas con un contenido determinado de azúcares y de sales minerales, correctamente utilizadas, pueden ser una importante ayuda para mejorar la hidratación y prevenir la deshidratación o solucionar los procesos leves de deshidratación.
Según los expertos, hay que prestar atención muy especial a las situaciones que pueden favorecer la deshidratación, como el calor y la sequedad ambiental anormalmente elevados, fiebre, diarreas, vómitos, etcétera.
Es importante conocer los síntomas que orientan hacia un cuadro de deshidratación que son, entre otros, sed, sequedad de las mucosas y de la piel, disminución de la cantidad de orina y, en casos más graves, pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.