Un conductor italiano, identificado como Ignazio Okamoto, conocido como ‘Cito’, ha muerto después de 31 años en coma. Sufrió un grave accidente el 19 de marzo de 1988 que le causó una complicada hemorragia cerebral cuando tenía 22 años, desde ese momento sus padres estuvieron cuidando de él día tras día, según publica La Stampa.
El joven se encontraba con otros cuatro amigos en un coche que se salió de la carretera A22 dirección Brennero. Uno de los jóvenes murió en el acto, dos sobrevivieron y Okamoto quedó gravemente herido. Pasó dos años en una clínica y sus padres decidieron trasladarlo a su casa para poder cuidar de él en todo momento.
Okamoto, de madre bresciana y padre mexicano con origen japonés, murió a la edad de 54 años en estado vegetativo a causa de un paro cardíaco. Sus padres han vivido una auténtica odisea. “Durante 31 años nos aislamos del mundo”, comentó su madre.
Su padre, que le cuidaba todos los días, dejó su trabajo desde el momento que sufrió el accidente y fue ingresado. Una conmovedora historia que deja claro el tremendo amor que tienen numerosos padres a sus hijos y que hacen todo lo posible por satisfacer su bienestar.