Un hombre ha sido condenado a una pena de 13 años y ocho meses de prisión por un delito continuado de agresión sexual a su hija adoptiva.
Las violaciones sistemáticas ocurrieron durante seis años, entre 2010 y 2016, en Telde, un municipio situado en la isla de Gran Canarias. Cuando comenzaron las agresiones, la joven contaba con 17 años de edad.
La sentencia, hecha pública este lunes, también impone al condenado una indemnización de 18.000 euros para la víctima, inhabilitación absoluta, libertad vigilada de ocho años una vez haya cumplido su pena de prisión y la imposibilidad de acercarse a menos de 500 metros de la joven durante 20 años.
Según la investigación, el hombre, padre adoptivo de la víctima, se aprovechaba de su posición de superioridad para obligarla a mantener relacione sexuales. Cuando ella se negaba, utilizaba la violencia física, dándole bofetadas o arrastrándola por el suelo, o la amenazaba con devolverla su país de origen.
Nadie la creyó. Incluso se vio obligada a abortar porque el hombre llegó a dejarla embarazada, cuando apenas tenía 22 años. Le contó lo sucedido a su madre adoptiva, pareja del agresor, y a un tío materno que vive en Londres, pero nadie hizo nada por ella.
La joven, que ahora tiene 26 años, es natural de África, y fue entregada por su propia madre a la pareja canaria. Las violaciones comenzaron a los pocos días de ser acogida. Ahora, su padre adoptivo tendrá que cumplir la pena impuesta y no volver a acercarse a ella, al menos, durante los próximos 20 años.