Hussein Egal, de 66 años, es conductor de autobús en Londres. En abril del año pasado mató a golpes a su mujer, Maryan Ismail, de 57 años, en un ataque de ira y, tras ser detenido por la policía afirmó que el covid19, del que estaba contagiado en ese momento, lo había vuelto loco. Un tribunal lo ha condenado a 22 años de cárcel.

Hussein acabó con la vida de su mujer propinándola hasta 70 golpes por todo el cuerpo, utilizando para ello un martillo, un cuchillo de carne, la apta de una mesa, varias ollas y sartenes y hasta una escalera. Varios golpes en la cabeza y en el pecho acabaron con su vida. El cuerpo mutilado de Maryan fue encontrado cubierto con una manta en su apartamento en Edmonton, al norte de Londres, el 6 de abril del año pasado.

Justo después de ser detenido Egal dijo a la policía que su esposa lo había amenazado con expulsarlo de casa por haberse contagiado de covid19, lo que provocó la discusión que acabó con el asesinato. Egal también dijo al tribunal que "el coronavirus le volvió loco y por eso mató a su esposa".

Los registros sanitarios demostraron que no hay pruebas que indiquen que Egal había contraído coronavirus el pasado año, además el asesino confeso se había negado a hacerse la prueba de detección del virus. El juez también destacó un informe psiquiátrico que encontró que Egal no sufría un trastorno mental importante. El tribunal rechazó su defensa para la disminución de su responsabilidad y lo encontró culpable de asesinato.