Carola Suárez, una joven cuyos padres murieron tras ser arrollados por un conductor ebrio y drogado, denuncia hoy, –sumida en la indignación, el dolor y la rabia–, la condena dictada por el juez para el responsable de acabar con sus vidas: cinco años y medio de cárcel.
“Este asesino me quitó a mis padres. Mi madre estaba tirada, desangrándose. A mi padre estaban dándole los toques eléctricos”, relata.
El suceso tuvo lugar hace dos años, y ahora el homicida de sus padres ha sido condenado a cinco años y medio de cárcel; y eso pese a que se trata de una de las primeras sentencias en España con las penas agravadas para este tipo de delitos…
“Sale barato matar a dos personas después de huir, de estar drogado, borracho… y no auxiliar”, denuncia.
El suceso se produjo cuando el kamikaze chocó contra ellos cuando iban a bordo de una moto en las calles de Badalona. Se los llevó por delante y uno de los progenitores murió en el acto, mientras el otro lo hacía camino al hospital.
El conductor, que además no tenía puntos, intentó inmediatamente huir de la policía a pie, pero a 180 metros los agentes lo detuvieron. Por eso, el juez no entiende consumada la fuga y rebaja la pena, algo que ni Carola, ni su abogado ni nadie en la familia pueden entender.
“La persona que está llevando a cabo esta acción sabe lo que está haciendo: huye del accidente y sí que completa este delito”, señala Javier Benito, de Vossel Abogados.
Ahora, la familia recurrirá la condena, pero si ese recurso no prospera a finales de este año el conductor homicida podría salir de la cárcel.