En el atípico verano de la pandemia, las noticias que llegan de los hospitales hacen imaginar un otoño cuanto menos complejo para Madrid. Algunos anuncios pueden ser tan ilustrativos como las propias cifras. El 12 de Octubre, por ejemplo, el centro hospitalario con más pacientes de coronavirus en la comunidad, ya informó el martes de que suspenderá las cirugías no urgentes ante el repunte de ingresos por la enfermedad, una decisión similar a la que tomó el de Móstoles -el segundo con más ingresados- hace unas semanas. Cuando las vacaciones aún no han terminado y media ciudad está vacía, el fantasma de marzo aparece inevitablemente en el horizonte de septiembre, si bien las circunstancias son otras.
El boletín de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid del jueves 13 de agosto registraba 618 ingresados en planta y 82 en UCI en el día. La diferencia con lo que ocurría hace un mes es sustancial. El 13 de julio, unas semanas después del final del estado de alarma, los hospitales madrileños registraban 153 hospitalizaciones y 37 pacientes en cuidados intensivos. Las cifras mantuvieron ese tono incluso hasta hace 15 días (el 30 de julio fueron 154 y 31, respectivamente), pero empiezan a aumentar significativamente desde principios de agosto y ya esta semana han superado la barrera de los 500 ingresos (más de 60 en el caso de las UCI).
En cuanto a hospitales, y a partir de una gran incidencia de casos en municipios como Móstoles (193,6 por cada 100.000 habitantes) o Torrejón de Ardoz (163,7), un registro de ingresos conocido esta semana señalaba que el pasado martes había 71 hospitalizados en planta y cinco en UCI en el 12 de Octubre, seguido por el de Móstoles (40 y 4), el Gregorio Marañón (40 y 3), el Ramón y Cajal (28 y 2) y La Paz (28 y 4), que cierra la lista de los cinco centros con más demanda de pacientes. Según Enrique Ruiz-Escudero, el consejero madrileño de Sanidad, la ocupación es de en torno al 5% y la tendencia de ingresos "estable", con entre 30 y 40 en los últimos días, además de un 50% de pacientes en UCI ingresados sin respirador.
Ruiz Escudero ha revelado que la estrategia de hospitalizaciones en la región apuesta por "ingresar al máximo para conseguir que las altas sean con la mayor brevedad", lo cual está permitiendo reducir los tiempos tanto en planta como en UCI. "Determinadas neumonías que antes se llevaba por seguimiento domiciliario, ahora se ingresan. Es una estrategia con criterio absolutamente científico. En UCI llevamos ya cinco días con los mismos pacientes, fluctuando entre 67 y 70. La estrategia de los intensivistas a la hora de realizar este ingreso también ha cambiado. El 50% de los pacientes en UCI están sin respirador, utilizan otras técnicas de ventilación", ha explicado.
Sin embargo, el mensaje de tranquilidad de Escudero contrasta con la impresión de algunos sanitarios del 12 de Octubre, como la anestesióloga Isabel Rosique, que ve una situación que "está empezando a ser un poco complicada porque el número de pacientes ingresados va aumentando sensiblemente a diario".
"A lo largo de esta semana diferentes zonas del hospital están siendo adaptadas para ingresos solamente de pacientes de coronavirus. Estamos en una situación como la que estábamos en el mes de marzo", declaró la también delegada del sindicato Amyts-Madrid según recoge la agencia Europa Press.
Al pensar en el otoño -y en su posible parecido a marzo- , la anestesióloga no puedo evitar dedicar unas palabras al verano ("todos teníamos muchas ganas de que llegara el verano, de salir, de hacer botellón quien lo haga", dijo), como anticipando que los días más cortos y fríos vendrán acompañados con una factura por imprudencia o exceso de confianza. En medio de la creciente tensión hospitalaria, llegará también con la ocupación normal de la ciudad.
Según Javier Segura del Pozo, vicepresidente de la Asociación Madrileña de Salud Pública, si variables como la incidencia de casos siguen al alza, "aumentará el porcentaje de camas ocupadas y esto va unido a que regresarán más personas de vacaciones".
No obstante, el epidemiólogo señala que este momento es muy distinto a hace cinco meses. "Tenemos que evitar lo que ocurrió a finales de marzo y creemos que estamos mejor preparados. Primero, es importante resaltar esto, que no cunda el pánico. No estamos ni mucho menos en la situación que estábamos", estima el experto.
En comparación con entonces, Segura ve algunos factores positivos como una mayor capacidad de efectuar pruebas PCR y vigilancia epidemiológica, además de la posibilidad de ampliar el número de camas y de establecer hoteles medicalizados, así como una mejor dotación de equipos de protección individual, ventiladores y, en fin, una mayor experiencia clínica con la enfermedad. "Esas capacidades han aumentado", dice.
Sin embargo, frente al incremento de casi todas las variables epidemiológicas y al otoño que llega, el sanitario vuelve a uno de los argumentos clave del verano y sus rebrotes: reforzar la atención primaria, que "está más debilitada" en esta época del año y "no se ha reforzado lo suficiente para abordar este aumento", y que, además, es clave para atender otras enfermedades además del coronavirus.
"Para que ese colapso (de los hospitales) no ocurra", insiste el médico, "ahora más que nunca es necesario aumentar la capacidad de atención primaria y salud pública".
Frente a los próximos meses, Segura pide en todo caso evaluar la situación no sencillamente por porcentajes o umbrales de ocupación, sino "de forma dinámica", con atención especial a variables como la incidencia o el número de reproducción. "Es la propia curva y la propia dinámica la que nos tiene que preocupar", explica.
A nivel nacional, Fernando Simón ha descartado cualquier saturación de la capacidad hospitalaria en el corto plazo, después de que nueve sociedades científicas (entre ellas las de neumología y cirugía torácica, de urgencias y emergencias y de medicina interna) advirtieran de esa posibilidad en un comunicado.
"Ahora mismo no hay un riesgo inminente de colapso, ni muchísimo menos. El Covid-19 ahora mismo no está en riesgo de colapsar el sistema, absolutamente de ninguna manera", ha defendido Simón, quien sin embargo ha mencionado "una presión superior" (como ya lo hiciera hace varios días) en algunos hospitales de Aragón, Lleida o Madrid. Según el epidemiólogo, en esos lugares "también está subiendo la ocupación hospitalaria pero no se está poniendo en jaque el sistema".
En el caso de la capital, detallado que "dos o tres hospitales de Madrid tienen una situación más peligrosa" por lo que ha pedido "actuar, toda la población y todos los sistemas sanitarios, para mantener la tensión".
Simón, que ha afirmado que llamar 'segunda ola' a este momento es "una cuestión semántica", ha notificado que hay 3.212 camas convencionales de hospitalización y 383 de UCI ocupadas, lo que supone un índice del "3% del total de camas". Pero, en línea con Madrid, las cifras de España también crecen, con casi 600 camas ocupadas más que el pasado jueves (2.747) y 100 más en UCI (292).