Volver a hacer la compra como en los viejos tiempos se ha vuelto más necesario que nunca. El capazo, las bolsas de punto y de tela o el carrito se han convertido en poderosas herramientas con las que luchar contra el excesivo uso de plástico.
Esta es una práctica que todavía necesita implantarse de manera plena entre compradores y comerciantes. Pese a que cada vez están más interiorizadas algunas prácticas sostenibles como llevar bolsas reutilizadas al supermercado, otras como emplear recipientes para la carne o el pescado no están en absoluto extendidas. Además, algunos datos siguen siendo tremendamente negativos, como el hecho de que cada español consuma de media 133 bolsas de plástico al año.
Pese a lo que todavía queda por recorrer, lo cierto es que la conciencia colectiva sobre la necesidad de reducir el consumo y la utilización del plástico ha aumentado de manera innegable. Ya no hay margen para la duda.