La policía encontró al asesino confeso de Elena en la cocina de la casa con las manos ensangrentadas. A la hija de su expareja le dijo que avisara a la policía, que iba a matar a su padre. El asesino compró el cuchillo con el que degolló a su víctima y la escalera el día anterior.
Cuando la policía de Denia llegó a casa de Elena, de 44 años, alertada por los vecinos, ella ya estaba muerta. Su expareja, la degolló con un cuchillo de cocina que había comprado el día anterior. Al igual que la escalera con la que accedió a la vivienda desde un balcón.
La mató mientras dormía en su cama, según informa el diario Información. La tapó con una manta y se fue a la cocina, donde esperó sentado a la policía con las manos ensangrentadas. Le había dicho a la hija de Elena, de 11 años y de una relación anterior de la mujer que, llamara a la policía porque iba a matar a su madre. Fueron los gritos de la niña, los que alertaron a los vecinos.
Uno de esos vecinos ha asegurado que su hijo conocía al asesino y que "era buena persona. Ella no se quería ir del piso y él le daba dinero para que se buscara otro sitio y le devolviera la casa". Otros, siguen consternados por lo sucedido: "es muy injusto que ocurra esto. Algo está fallando, no es normal, nos están matando". "Él había ido en otra ocasión por la noche y tuvieron una discusión. Fue cuando ella cambió la cerradura", asegura otro vecino, que también recuerda a Elena como una chica "trabajadora, buena y simpática". En la cafetería, en cambio dicen que "era muy reservada".
El asesino confeso fue juzgado y condenado por malos tratos a su pareja y la hija de esta el pasado febrero. El alcohol fue atenuante y no fue penado con cárcel. Tenía una orden de alejamiento de 300 metros, que quebrantó dos veces, una de ellas fue por intento de atropello, pero nadie hizo nada... A pesar de las denuncias, la policía local encargada de la valoración de riesgo lo rebajó en octubre, y eso que desde el principio había sido valorada como riesgo alto. Solo controlaban ocasionalmente a Elena, mediante la pulsera telemática que llevaba.
Elena llegó a España en 2017, ilusionada por conocer al hombre con el que había estado hablando durante meses y que le había robado el corazón. Pero esas navidades, según el diario Información, le dio la primera paliza. Elena lo dejó todo por amor, y le terminaron quitando la vida... Es la víctima número 49 del año de violencia machista.