En el camino de regreso a una normalidad en la que habrá que convivir con el coronavirus, Aviointeriors, un fabricante italiano de asientos de aerolíneas, propone dos soluciones para evitar el contacto entre pasajeros dentro del avión. El objetivo es reducir costes y conseguir que los viajes se hagan más rentables. Una se adapta a la estructura y configuración actual de los asientos de la clase turista y la otra propone una forma más atrevida de pensar los espacios.
Las aerolíneas han priorizado la reducción del espacio y la clase turista es la más afectada por estas políticas, ya que los asientos son más estrechos, donde la distancia entre pasajeros y entre una fila y otra es muy corta. Ahora, tras la cuarentena por COVID-19, el sector aeronáutico tendrá que modificar la distancia entre pasajeros y la empresa italiana propone algunas ideas que ayudarán a que las aerolíneas no se vean perjudicadas.
Aviointeriors ha hecho propuestas como Skyrider 3.0, un diseño que permitiría viajar prácticamente de pie; y hay quienes también plantean la eliminación de los asientos del medio. Sin embargo, la empresa italiana presenta dos opciones para no hacerlo: la Glassafe y la Janus, ambas con mampara.
La Glassafe se puede adaptar a los asientos de las cabinas de clase económica, haciendo que la proximidad sea más segura entre pasajeros que comparten fila. Se trata de una mampara de material trasparente que rodea los laterales y la parte superior del asiento creando un espacio alrededor del individuo, a modo de escudo protector. Está confeccionada con un material transparente liviano para no romper con la armonía y la estética de la cabina.
Janus, la segunda opción, es la más original y se distingue por la posición inversa del asiento central de la fila triple. Pensando en el futuro y con el fin de generar mayor confianza en los pasajeros, el objetivo es generar el máximo aislamiento entre los pasajeros sentados uno al lado del otro. La mampara permite que los tres pasajeros se mantengan aislados entre sí, creando una barrera protectora para todos. De esta forma, cada pasajero puede tener su propio espacio personal aislado del resto de la fila e incluso de las personas que circulan por el pasillo.
Aún falta que las autoridades aeronáuticas den el visto bueno a estos diseños, los cuales podrían implementarse en un plazo de 11 meses o un poco menos.