El robo no deja de ser sorprendente. Se ha producido en una gasolinera de Sevilla. El dueño ya iba a pagar tras llenar el depósito pero dejó el coche abierto y en marcha, y los ladrones pues aprovecharon la ocasión. Un ejemplo de lo que nunca debemos hacer.
Todo ocurre en cuestión de segundos. El dueño del coche está tan tranquilo. Acaba de repostar gasolina y se dispone a pagar cuando, pero otro vehículo para a su lado. Se baja el copiloto, se monta en el todoterreno y huye con él. Su compinche le sigue con la puerta abierta. El propietario del coche se gira, y no da crédito. Su coche se ha esfumado, pero lo más raro es que se toca los bolsillos y lleva las llaves del coche encima.
Se trata de una apertura inteligente capaz de arrancar el coche al notar su cercana presencia. Los ladrones recorrieron 13 kilómetros y abandonaron el todoterreno al comprobar que tenía localizador gps. Lo mejor, siempre, cerrar el coche.