Cómo sería un ataque con armas químicas o biológicas en Ucrania: "Hacen el mayor daño en el menor tiempo"

  • Las armas biológicas pueden lanzarse en animales o humanos y no pueden controlarse en extensión

  • Las armas químicas se han utilizado en Siria; Sadam Hussein las usó en Irán y contra el pueblo Kurdo

  • Ucrania advierte de un posible ataque nuclear aunque Rusia asegura que no utilizará armas de este tipo

"El polvo radiactivo podría extenderse", advertía el presidente de Ucrania Volodimir Zelenski hace unos días, asegurando que las tropas rusas habían intentado atacar la central nuclear de Chernóbil. "Nuestros defensores están dando sus vidas para que la tragedia de 1986 no se repita", añadía. Algo que preocupa especialmente a la comunidad internacional. Una guerra nuclear, química o biológica podría suponer el fin de la civilización.El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha asegurado que no van a emplear este tipo de armas mientras intentan llegar a una negociación.

"Si Rusia las utiliza también podría afectarle o incluso volverse contra su pueblo", señalan a Nius fuentes del Ministerio de Defensa. Los dos gobiernos tratan de imponer sus condiciones para llegar a un acuerdo. Rusia quiere declarar independientes las repúblicas de Donbás, anexionarse Crimea e impedir que Ucrania ingrese en la OTAN. Mientras, Ucrania está en situación de inferioridad. El potencial de su enemigo es muy superior. Pide seguir siendo independiente y alcanzar la paz.

"Abrir una escalada de armas nucleares tácticas ahora mismo conlleva un riesgo demasiado elevado. Todos los países van a hacer lo posible para no llegar a ese nivel. En el caso de España, debemos estar tranquilos. No somos un objetivo estratégico y en la suposición extrema de que se produjera un ataque NRBQ sería muy difícil que nos alcanzara. Estamos demasiado lejos", aseguran los expertos.

Armas biológicas

Como arma biológica se puede emplear cualquier patógeno (bacterias, virus, hongos o microorganismos). Es una técnica militar que tiene como objetivo matar, incapacitar o impedir a un individuo o a una población determinada. Por ejemplo, la viruela, para la que ahora no estamos inmunizados, el carbunco o el antrax. Estos agentes biológicos son difíciles de cultivar y de mantener, imposibles de controlar en extensión.

"Si tienes armas convencionales más potentes, no vas a usar armas biológicas o químicas al lado de tu frontera. Serías el primer afectado. En tal caso, lo utilizaría un ejército que se encontrara en inferioridad absoluta", explican los expertos. En la guerra entre Irán e Irak, Sadam Hussein las utilizó como una manera de defenderse 'a la desesperada'.

"Estas armas biológicas se suelen dispersar en vectores. El covid o el ébola, por ejemplo que son contagiables, puedes mandarlo en animales como mosquitos o incluso en personas infectadas, por ejemplo en prisioneros de guerra. Los virus tienen muy poca vida en el aire. No existen las bombas biológicas.

Se podría dispersar a bordo de un avión pero no dispondrían de la cantidad suficiente. Si se piensa por ejemplo en vertirlo en la red de abastecimiento de agua, habría que echar caminones y camiones con armas biológicas para que se produjera una acumulación suficiente", puntualizan.

Armas químicas

En guerras como la de Libia o la de Irán e Irak, se ha demostrado el empleo de armas químicas. Irak destruyó poblaciones de Irán y aniquiló al pueblo kurdo empleando neurotóxicos. Se lanzan en bombas y afectan a una zona determinada. Entran por las vías respiratorias y afectan al sistema nervioso, te colapsan y acabas muriendo por asfixia. Demostrar legalmente que se utilizan es muy complicado.

"Estos agentes tienen poca persistencia en el tiempo, en dos o tres horas se esfuman. Su finalidad es provocar el mayor daño posible en el menor tiempo. Luego desaparece y solo puedes encontrar algunos restos en charcos en el suelo. Solo se utilizarían como una acción puntual o como un castigo muy duro. La forma de esparcirlo sería con proyectiles de artillería con unas ojivas especiales mediante cañones. También se pueden lanzar a distancia con aviones. Serían igual que las bombas pero en el interior llevarían el producto químico. Eso sí lo puedes arrojar contra un objetivo determinado, anular una zona y posteriormente sería relativamente factible entrar al terreno", cuentan a Nius los militares.

Centrales nucleares

Armas nucleares como las de Hiroshima y Nagasaki hoy son impensables. Provocan la destrucción de un terreno pero después una radiación que es continua. Eso exige unas medidas de protección especiales para poder acceder al lugar. Se lanzan desde la altura desde aviones o con misiles de largo alcance. Provocan una onda expansiva y una onda de succión, que ocasiona gravísimas quemaduras y finalmente la emisión, propagación y transferencia de energía en forma de ondas electromagnéticas o partículas.

En las centrales nucleares no hay la más mínima posibilidad de que se produzca una catástrofe accidental. La de Zaporiyia es la tercera mejor del mundo en medidas de seguridad. La Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) está muy pendiente de lo que ocurre y emite notas informativas que aportan tranquilidad al respecto, según los expertos.

"En la central de Chernóbil una de las líneas de electricidad se ha visto afectada, pero estas medidas son tan redundantes que es imposible que dejen de funcionar. Llevan varias tomas de electricidad y de agua para la refrigeración, que es lo único que necesitan garantizar", inciden. Si se detecta el más mínimo peligro, estas centrales entran en 'parada segura' . Todo está muy estudiado después de Fukushima I, en Japón, para que no se produzca ningún riesgo de radiación", afirman.

El accidente de Chernóbil en 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, fue el peor de la historia, junto con el de Fukushima en el 2011. Han sido los más graves en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares pero además se incluyen dentro de los grandes desastres medioambientales y catástrofes de la humanidad. "Para que algo así volviera a ocurrir habría que provocar un escape deliberado y aún así sería prácticamente imposible. Solo lo emplearían en un ataque kamikaze terroristas desesperados".