Algunos de los pueblos de Sierra Bermeja han perdido las tres cuartas partes de su población en los últimos 60 años y con el éxodo humano han desaparecido las actividades de aprovechamiento del bosque, que lo limpiaban y protegían de los feroces incendios, como el que ha devastado la localidad malagueña.
¿Cómo se puede evitar que las llamas amenacen estos ecosistemas que tardarán décadas en recuperarse? Algunos hablan de la necesidad de recuperar el pastoreo. Sería una de las soluciones para evitar que nuestro país siga acumulando grandes incendios forestales.
El bosque es una riqueza natural que ofrece muchas más oportunidades: setas, resina, madera, frutos y turismo, pero para eso se necesita el apoyo publico e inversión. Mantener los montes libres de combustible vegetal es imprescindible para que no ardan.
Las asociaciones reclaman la repoblación, la vuelta a la vida en estas localidades, porque un bosque donde hay personas trabajando, donde hay vida y actividad, es un bosque más limpio y más protegido. De estas ongs luchan por la sostenibilidad de los bosques y exigen planes específicos para protegerlos.
Lo importante es volver a este desastre medioambiental, que Sierra Bermeja ha sufrido durante cinco días.