Cada vez son más los que practican los 'baños de bosque'. Estas terapias nacieron en el Japón de los 80 para combatir las consecuencias del ajetreo del día a día. Pretenden volver a nuestra naturaleza como humanos. Los expertos aseguran que el contacto con la naturaleza reduce considerablemente los niveles de estrés.
También ayuda a incrementar las células NK, responsables de destruir las células cancerígenas. Gestos tan insignificantes como éste podrán prevenir enfermedades como el cáncer. A veces hay que dejar de correr para disfrutar de los pequeños detalles.