El caso de Linda Pérez saltó a los medios el pasado mes de agosto cuando la familia de la joven denunció a la clínica de Florida, en EEUU, donde le realizaron la operación de aumento de pecho.
La joven fue trasladada de urgencias a un hospital de Miami, después de que sus constantes vitales disminuyeran poniendo en riesgo su vida. Allí quedó en coma hasta el pasado octubre que salió de forma espontánea.
Un mes después los médicos la enviaban a casa, en un estado delicado, y dos traslados al hospital no tranquilizan a los padres que ven las condiciones de salud de su hija. Ahora una enfermera la cuida las 24 horas del día, según ha publicado The New Herald.
Apenas dice unas pocas palabras: "sí, no y “me duele”, ha contado a los medios la madre de Linda Pérez, que no pierde las esperanzas de que su hija se recupere.
No puede abrir las manos, no anda y luce un aspecto demacrado, pero "tengo una esperanza muy grande, porque está viva y en mi casa", ha explicado.
Los médicos, por su parte, no creen que la joven vuelva a ser la que era, aunque ya no necesita una sonda para alimentarse y hace lentos avances, como comenzar a mover los pies.
La familia ha asegurado que siguen adelante con su demanda contra la clinica cosmética de Coral Gables, donde realizaron la intervención quirúrgica que la llevó a este estado.
El anestesista que preparó a la joven para y durante la operación de aumento de pecho estuvo demandado por negligencia médica por la muerte de una paciente de 35 años tras someterse a una operación de aumento de glúteos en la clínica Strax de Lauderhill.
Ese caso, sin embargo no llegó a los tribunales, a causa de la falta de solvencia económica de los afectados.