El Hospital Clínico San Carlos de Madrid es el primer hospital en España y el segundo en el mundo que participa en un gran ensayo clínico multicéntrico, el programa Ensayo de Solidaridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que casi 50 países compartirán conocimientos para acelerar la búsqueda de vacunas y curas contra la Covid-19.
Este ensayo clínico, que por el momento se ha puesto en marcha en España y Noruega pero prevé desarrollarse en al menos 45 países, busca evaluar y obtener evidencia sobre la eficacia de tratamientos en pacientes hospitalizados que han dado positivo en coronavirus.
El director del Instituto de Investigación del Clínico San Carlos, Antonio Portolés, dice que "no existe ningún tratamiento disponible contra la enfermedad COVID-19" y que "la utilización de medicamentos sin evidencias sólo nos ofrece reacciones adversas, costes y dudas". "Esto nos lleva a tener que planificar ensayos clínicos controlados y autorizados para obtener evidencias", explica Portolés.
Diez centros sanitarios españoles ya se han adherido al programa de la OMS e iniciarán "en los próximos días" sus ensayos, que trabajan principalmente con cuatro tratamientos. Un primero testa en pacientes de COVID-19 el uso del antiviral "remdesivir", producido por la compañía Gilead y usado contra el ébola, mientras que otro combina "lopinavir" y "ritonavir", comúnmente usados para portadores de VIH.
Un tercero añadiría a esos dos antirretrovirales el uso de "interferon beta", usado contra la esclerosis múltiple, y el cuarto prueba en pacientes la "chloroquina", un medicamento utilizado contra la malaria y el reumatismo, disponible en casi todo el mundo.
La Comunidad de Madrid precisa que "los pacientes que acepten participar en el ensayo, mayores de 18 años y con COVID19 positivo confirmado en laboratorio, que no reciben previamente ninguno de los medicamentos del estudio y sin contraindicaciones para ellos, serán aleatorizados entre todos los regímenes de tratamiento disponibles localmente con cinco posibilidades".
Los resultados serán examinados por "un comité mundial de vigilancia y seguridad de datos" para comprobar si alguno de los tratamientos "ralentiza la progresión o mejora la supervivencia" a la enfermedad.