Un hombre de 38 años ha muerto tras explotar el cigarro electrónico con el que estaba fumando en su domicilio de Florida. El suceso sucedía en la pequeña localidad de San Petersburgo cuando Tallmadge D'Elía encendía el dispositivo con el que se había propuesto dejar de fumar.
Fue el equipo de bomberos quien encontró el cadáver en la vivienda tras acudir al hogar para sofocar el fuego que ocasionó la explosión del cigarro. Según ha informado la cadena de televisión CBS, el martes 15 de mayo se publicó la autopsia de Tallmadge D’Elía donde se aseguraba que el hombre había fallecido debido al impacto que ocasionaron las piezas que salieron despedidas tras la explosión en su cabeza.
Tras estallar el aparato, se originó un incendio que provocó quemaduras en el 80% del cuerpo de la víctima. Nada más hacerse pública la noticia, la empresa encargada de fabricar estos vaporizadores contactaba con el medio de comunicación para asegurar que sus aparatos no explotaban.
Además, el representante declaraba que la principal hipótesis es que la parte del cigarrillo que hubiese explotado es la batería clonada que estaba usando el fallecido. La compañía ha expresado que se encontraba investigando a otras empresas que se encargaban de falsificar sus baterías para venderlas.
Este no es el único accidente que provocan estos dispositivos en Estados Unidos. En los últimos siete años, más de 130 personas se han visto involucradas en algún incidente relacionado con la explosión de un cigarrillo electrónico.