El cigarrillo electrónico que fumaba William Eric Brown explotó frente a una tienda, donde se comercializan estos artilugios, que siguen a la venta sin que exista una legislación clara.
Brown estaba usando un tipo de cigarrillo de los llamados mod mecánicos, que son dispositivos bastante simples, aunque sin medidas de seguridad interna.
Gregory Conley, presidente del grupo de defensa de la Asociación americana de vaporizadores explicó el funcionamiento de este tipo de cigarrillos. Basta con presionar un botón para enviar energía de las baterías al atomizador, que es el que crea el vapor. En otros modelos cuando se calientan demasiado se apagan por seguridad, pero en este caso esta situación habría provocado la explosión de la batería, explicó Conley.
El informe del médico forense del condado de Tarrant dijo que Brown murió de "derrame cerebral" después de que una pieza metálica del vaporizador se incrustara en su cuello provocando la rotura de una arteria de su cuello.
Según este experto el modelo de cigarrillo con modificaciones mecánicas "son ya una porción minoritaria en disminución en el mercado, y cada vez más y más tiendas se niegan a venderlos", aseguró Conley
En EEUU, la Agencia estatal que regula el uso de alimentos, medicamentos, cosméticos y aparatos médicos, anunció en julio de 2017 que planeaba elaborar una normativa para prevenir las explosiones de baterías de diferentes productos, pero no ha ocurrido.