Amit Patel, un cirujano que quedó ciego hace cinco años a causa de un desprendimiento de córnea, ha sufrido el enésimo desplante en el metro de Londres. Patel está habituado a sufrir las inclemencias del transporte público, tales como los golpes que se producen en las carreras por subirse al vagón y los pisotones que sufren él y su perra guía Kika. Sin embargo, el último suceso ocurrido en el subsuelo de la capital inglesa desencadenó las lágrimas de Patel.
El médico y su guía se trasladaban a pie cuando una lluvia torrencial les obligó a desplazarse en metro. Patel, que conocía que el último vagón tiene asientos reservados para discapacitados, condujo a Kika hasta allí y preguntó si había asientos libres. El hombre repitió la pregunta en varias ocasiones, pero los pasajeros le ignoraron, como recoge Daily Mail.
“Las personas pueden ser tan egoístas, que fingen que no pueden ver ni oír cuando pregunté si había un asiento disponible”, escribió el médico en su cuenta de Twitter. Patel no pudo reprimir las lágrimas al sentir la “humillación” de creerse “inútil” porque su perra, un labrador, se deslizaba en el vagón debido a la lluvia caída y le pisaban continuamente la cola. “La vida ya es lo suficientemente difícil”, sentenció Patel.
El disgusto de Patel se debió a no poder ayudar a Kika, quien cuida de él “todos los días”. En esta red social, el cirujano también comentó que “lamentablemente, ser ignorados al pedir un asiento es el pan de cada día”. Patel quiso cerrar el asunto animando a sus seguidores a pensar en los demás, ya que “un pequeño acto de bondad podría haber cambiado completamente la situación”.