En primer lugar, que no se fíen de las apariencias y no envíen el material incluso a sus contactos porque una vez que lo envíen, pierden el control.
En segundo lugar, si el menor cree que es objeto de acoso, no ceder nunca al chantaje del acosador. Debe decírselo a sus padres y después a la Policía.
En tercer lugar, si tiene miedo de decírselo a sus padres, puede acudir directamente a la Policía a través de la Red (denuncias.pornografia.infantil@policia.es)
En cuarto lugar, desconfiar de desconocidos.
Y, finalmente, mantener los equipos actualizados y protegidos para evitar el robo de archivos.