China parece un país detenido pese a los intentos de volver a la normalidad. Las medidas de higiene son cada vez más estrictas para tratar de evitar los contagios de un virus del que todavía se desconocen todas sus formas de transmisión.
Para curarse en salud un edificio de la ciudad de Chongqing ha instalado un túnel de desinfección en su entrada. En otros lugares están limpiando incluso los billetes para evitar la epidemia. En Hong Kong se investiga si varios vecinos de un mismo bloque de viviendas se podrían haber contagiado a través de las tuberías o de los conductos de ventilación de los baños, una posibilidad que se desconocía hasta el momento.
Los que todavía tienen que seguir con estas medidas de control son los españoles que siguen atrapados en las zonas en cuarentena por el coronavirus.