El chef José Andrés es uno de los cocineros más respetados y reconocidos internacionalmente, pero tiene claro que los alimentos que más satisfacciones le dan, son los que sirve con su ONG. Con ella, ya ha ayudado a miles de afectados por desastres naturales. Por ese compromiso, y por ser un defensor de los derechos humanos de los migrantes en la era Trump, ha vuelto a ser nominado para el Premio Nobel de la Paz.
Lo hizo en 2017 cuando el huracán María atacó a Puerto Rico y José Andrés llevó más de 100.000 comidas a los afectados. Llevaron generadores, agua, comida y frutas para miles de personas que se quedaron a merced del viento y la lluvia. Este año se trasladó a las Bahamas, devastada por el paso de Dorian, pero no abandonada a su suerte, porque el chef asturiano afincado en Washington estuvo allí para ser fiel a su compromiso con la ayuda humanitaria.
José Andrés es un fiel defensor de los derechos de los migrantes y las personas indocumentadas que trabajan en Estados Unidos. Lo demostró cuando el cierre de la Adminstración Trump dejo a un millón de personas sin trabajo y él abrió las puertas de sus restaurantes de forma gratuita para que nadie sufriera el hambre en uno de los países más ricos del mundo.
Así es Jose Andrés, nominado una vez más al premio nobel de la Paz, porque su cocina no es solo para los famosos, también está abierta a los que más lo necesitan.