Un español crea un test que detecta la covid con minas de lápices con una precisión del 100% en saliva

  • Solo cuesta 1,26 euros y detecta el coronavirus en 6 minutos y medio

  • Para fabricarlo "se compraron lápices de grafito de 0,7 mm y 0,9 mm de diámetro en una tienda de Filadelfia, en EE.UU.", donde vive y trabaja el investigador gallego

  • De la Fuente ha recibido recientemente el premio de Investigación Científica 2021 de la Fundación Princesa de Girona

El investigador gallego César de la Fuente ha vuelto a hacerlo. Si en enero inventaba un test capaz de detectar el coronavirus usando el móvil, ahora ha creado un nuevo método que diagnostica la enfermedad a partir de minas de lápices.

Lo ha desarrollado junto a su equipo de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) y, tras comprobar su efectividad, el resultado de la investigación ha sido publicado en la prestigiosa revista PNAS, la publicación oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. "Se necesitan con urgencia pruebas diagnósticas de bajo coste que ayuden a prevenir la propagación de la covid-19", defiende el español en dicho artículo.

El coronavirus ha provocado más de 4 millones de muertes en todo el mundo y continúa devastando principalmente a países de ingresos medios y bajos. Una de las soluciones más efectivas para prevenir los brotes son las pruebas de detección, pero, hasta ahora, no son lo suficientemente económicas o rápidas.

"Las PCR han servido como prueba de referencia durante la pandemia debido a su alta precisión y especificidad. Sin embargo, esta técnica requiere mucho tiempo, es costosa y requiere trabajadores altamente cualificados para su operación, por lo que es una solución inadecuada para pruebas masivas, especialmente en países en desarrollo donde los recursos son limitados", asegura el equipo del investigador español.

"La mayoría de las pruebas rápidas disponibles comercialmente para diagnosticar la covid-19 se basan en antígenos y presentan una baja sensibilidad, lo que limita su capacidad para identificar con precisión a los individuos asintomáticos, lo que dificulta el control adecuado de la propagación viral. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de desarrollar pruebas rápidas, sensibles y de bajo costo para el diagnóstico temprano de las infecciones por coronavirus 2 (SARS-CoV-2) del síndrome respiratorio agudo severo", defienden los investigadores. El test de César de la Fuente aspira a dar repuesta a esta necesidad.

Un método rápido, barato y fiable

El test, que se llama LEAD (siglas en inglés de Low-cost Electrochemical Advanced Diagnostic), es capaz de detectar el SARS-CoV-2 en 6 minutos y medio. Utiliza tres materiales fundamentales, "económicos, fácilmente accesibles y disponibles comercialmente":

  • Un transductor hecho de minas de grafito. Para fabricarlo "se compraron lápices de grafito de 0,7 mm y 0,9 mm de diámetro con el nombre comercial de Pentel en una tienda local de Filadelfia", explica el estudio.
  • Un vial de plástico
  • El famoso receptor ACE2, es decir, la enzima convertidora de angiotensina 2 que se encuentra en las membranas de las células de los pulmones y que representa la principal vía de acceso del coronavirus SARS-CoV-2 al interior de las células que infecta. "Se utilizó ACE2 como elemento de reconocimiento para garantizar una detección viral sensible y selectiva", explica el equipo de César de la Fuente en el artículo publicado en PNAS.

El coste total de estos materiales es de 1,5 dólares, 1,26 euros al cambio actual, detallan los científicos, que defienden que sus ventajas no están solo en el precio, también en su fiabilidad.

Su efectividad para detectar el virus es mucho mayor que la de un test de antígenos. 100% de sensibilidad, especificidad y precisión en muestras de saliva, y un poco menos en muestras nasofaríngeas/orofaríngeas (en torno al 87% de media). Un índice de sensibilidad equiparable al de las pruebas PCR.

Los investigadores han podido demostrar también que su test no presenta reactividad cruzada con otros virus y que la prueba tiene una vida útil de cinco días si se conserva a 4º C, la temperatura normal de un frigorífico.

El coruñés César de la Fuente estudió biotecnología en León antes de hacer su doctorado en Vancouver (Canadá) y su trayectoria profesional le ha llevado hasta Philadelphia, donde ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo. Hace poco más de un año fue designado como Mejor Investigador Joven en enfermedades infecciosas de EEUU por la American Chemical Society y recientemente ha recibido el premio de Investigación Científica 2021 de la Fundación Princesa de Girona.

En estos momentos su laboratorio está trabajando en desarrollar nuevas medicinas a través de ordenadores de inteligencia artificial. "Nos centramos sobre todo en bacterias multiresistentes a antibióticos que son muy difíciles de tratar hoy en día", explicó a NIUS hace unos meses.